La capacidad de asombro es profundamente humana., pero solemos perderla a medida que nos hacemos adultos. Lo ciertro es que, si nos fijamos, la vida está llena de pequeñas y grandes maravillas que nos dejan boquiabiertos. Cultivar la capacidad de asombrarnos cada dia nos animará a apreciar más la vida y nos motivará para ser personas más altruistas.
Albert Einstein dijo:"Uno no puede dejar de asombrarse cuando contempla los misterios de la eternidad, de la vida, de las maravillosa estructura de la realidad. Es suficiente tratar de comprender un poquito de este misterio cada día; nunca perder esa sagrada curiosidad".
Las imvestigaciones actuales en el campo de la psicología positiva le dan la razón a Einstein, pues evidencian que el asombro es una de las emociones positivas que se correlacionan con el bienestar y el florecimiento humano.
El asombro se relaciona con la inspiración y explica que sentimos asombro cuando nos topamos con "lo bueno a gran escala", cuando nos sentimos sobrecogidos por lo grandioso. Nos pueden asombrar la naturaleza por ejemplo, la vastedad del océano o la perfección de una colmena. También nos puede asombrar la naturaleza humana cuando contemplamos su mejor cara: al observar unas pinturas rupestres pintadas hace miles de años, o cuando un cirujano puede operar con éxito el coarazón de un feto que todavía está en la matriz de la madre para corregir un mal congénito.
Otra fuente de asombro que a menudo se queda sin explotar es la de la gente que nos rodea. Pensamos que alguien es una persona "común y corriente" o incluso aburrida, pero si hablamos con ella, si nos interesamos por sus historias y experiencias, nos podemos encontrar con sorpresas sobre lo que ha hecho, lo que sabe, sus cualidades o sus talentos. También nos puede asombrar la maravillosa capacidad para ser generosas, creativas, versatiles...
Estemos donde estemos, siempre encontraremos algo digno de asombro que nos recuerde que el mundo es mucho más grande que nosotros y nuestros problemas.
Margarita Tarragona ( Doctora en psicología).
Nos pasamos por la vida sin mirar, y cuando miramos, lo hacemos siempre hacia el mismo sitio. Centramos nuestra atención en las mismas cosas. Siempre metidos en nuestra rutina cotidiana. Y mientras tanto nos perdemos todo lo demas... Hay veces que los árboles no te dejan ver el bosque, pero si lo encuentras, solo tienes que elegir cuál camino escoger, su nombre, DESTINO.
domingo, 25 de diciembre de 2011
domingo, 18 de diciembre de 2011
PERLAS
Qué hermosas son las perlas. . . aún así debemos saber que son producto del dolor.
Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas...
En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla.
¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de alguien?
¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos esperabas?
¿No te valoran como realmente lo mereces?
Entonces, perdona y haz de tu herida una perla. Cubre tus heridas con varias capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor sentirás.
Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la amargura y peor aún, nunca cicatrizará.
En nuestra sociedad, podemos ver muchas "ostras vacías" no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.
“Una perla es… una herida sanada por el amor"
Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas...
En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla.
¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de alguien?
¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos esperabas?
¿No te valoran como realmente lo mereces?
Entonces, perdona y haz de tu herida una perla. Cubre tus heridas con varias capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor sentirás.
Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la amargura y peor aún, nunca cicatrizará.
En nuestra sociedad, podemos ver muchas "ostras vacías" no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.
“Una perla es… una herida sanada por el amor"
jueves, 15 de diciembre de 2011
AMAR SIN ENGAÑARSE
Enamorarse es creer que el otro es un ser sin fisuras que llenará nuestro vacío. Para mantener esta ilusión, solemos negar lo que nos disgusta de nuestra pareja, de nosotros mismos o del carácter de la relación. También, para sentir menos dolor cuando la relación termina, negamos todo lo que depositamos en ella. Amar con fortaleza no significa pasar por encima de todo lo que nos duele sino saber confrontarlo y llenar la distancia entre el ideal y la realidad.
Ante la ruptura de una pareja pueden suceder dos cosas distintas. Por una parte, reconocer el dolor, actitud que exige un esfuerzo de reflexión y de rescate de cada uno de los afectos depositados en los recuerdos que nos vinculan a la persona que abandonamos -o que nos abandona-. Este paso es indispensable para recuperarnos a nosotros mismos, lleva un tiempo que no puede ni suprimirse ni acelerarse. Esta manera de encarar la separación requiere, además, fortaleza psicológica y una relativa capacidad de tolerar la soledad para encontrar en ella una ocasión de enriquecimiento personal.
Pero hay una segunda salida no tan saludable, aunque pueda parecer más práctica: negar la importancia del vínculo, endurecerse, no sentir pena, arrinconar los recuerdos para que no duelan y, sobre todo, dirigirse rápidamente a un nuevo amor que suplante el vació dejado por nuestra pareja, precisamente para no encontrarnos con él. Hay personas que actúan así y que, aparentemente, son más felices y admiradas por los demás, que consideran esta conducta un signo de fortaleza. Pero, en realidad, estas personas no soportan ese vació imposible de llenar en cada uno de nosotros y se aferran a un amor ideal del que esperarán que les resuelva todas las insatifacciones inevitalbles que la vida nos depara.
Recordemos, para acabar, este fragmento de una canción de Joan Manuel Serrat. "Ay mi amor, que me desvela la verdad, entre tú y yo la soledad y un manojillo de escarcha". Cuando se acaba la ilusión, no obstante, puede haber algunos matices que nos eviten sentir la frialdad de la escarcha.
Claudia Truzzoli (psicóloga y psicoanalista)
Ante la ruptura de una pareja pueden suceder dos cosas distintas. Por una parte, reconocer el dolor, actitud que exige un esfuerzo de reflexión y de rescate de cada uno de los afectos depositados en los recuerdos que nos vinculan a la persona que abandonamos -o que nos abandona-. Este paso es indispensable para recuperarnos a nosotros mismos, lleva un tiempo que no puede ni suprimirse ni acelerarse. Esta manera de encarar la separación requiere, además, fortaleza psicológica y una relativa capacidad de tolerar la soledad para encontrar en ella una ocasión de enriquecimiento personal.
Pero hay una segunda salida no tan saludable, aunque pueda parecer más práctica: negar la importancia del vínculo, endurecerse, no sentir pena, arrinconar los recuerdos para que no duelan y, sobre todo, dirigirse rápidamente a un nuevo amor que suplante el vació dejado por nuestra pareja, precisamente para no encontrarnos con él. Hay personas que actúan así y que, aparentemente, son más felices y admiradas por los demás, que consideran esta conducta un signo de fortaleza. Pero, en realidad, estas personas no soportan ese vació imposible de llenar en cada uno de nosotros y se aferran a un amor ideal del que esperarán que les resuelva todas las insatifacciones inevitalbles que la vida nos depara.
Recordemos, para acabar, este fragmento de una canción de Joan Manuel Serrat. "Ay mi amor, que me desvela la verdad, entre tú y yo la soledad y un manojillo de escarcha". Cuando se acaba la ilusión, no obstante, puede haber algunos matices que nos eviten sentir la frialdad de la escarcha.
Claudia Truzzoli (psicóloga y psicoanalista)
domingo, 11 de diciembre de 2011
DARSE A LOS DEMÁS
La capacidad de entrega incondicional a una causa mayor que uno mismo, la compasión por el sufrimiento ajeno, dar sin esperar nada a cambio... son lecciones vitales que se desprenden de la labor humanitaria de esta monja que fue reconocida con el Nobel de la Paz.
La Madre Teresa de Calcuta es un modelo por su capacidad de dar, de vincularse con todo tipo de dolor y de ayudar a otros a soportarlo. Ella nos da esperanza, nos ilumina ante la posibilidad de volvernos seres más sólidos y absolutamente entregados a la intensidad de la vida. Nos ayuda a tener confianza en nuestra capacidad de amar. Ella nos habla del amor compasivo y es un modelo de entrega total. Quizás, en este punto, deberíamos considar lo que se entiende por amor compasivo, que nada tiene que ver con el hecho de sentir pena sin más. La compasión es algo distinto, es padecer con el otro, es estar al lado de la persona que surge, junto a ella. No es sentirse superior, o mirarlo desde fuera y sentir tristeza. Es algo mucho más profundo; es sentir lo que siente el otro, saber que el dolor que experimenta la otra persona es también el propio dolor. Como ella misma expresó: "La compasión es como el vuelo del alma hacia el prójimo".
Nuestra sociedad occidental vive de espaldas al sufrimiento, insiste en hacernos creer que el camino correcto es evitar el dolor, negarlo, no sentirlo. Y nos ofrece un buen número de técnicas para vivir distrídos: la televisión (no como medio en sí sino en la forma de programas que no están dirigidos a que la gente entienda, se cultive y se conecte sino a que se distraiga y no sienta o piense en el dolor humano), los centros comerciales, la publicidad y la cultura de consumo en general.
El psicólogo y psicoteraperuta estadounidense Hohn Welwood, dice que "si queremos permanecer abiertos a la vida y no sucumbir a la depresíon o al cinismo, debemos aprender a vivir con el corazón roto, aunque lo que realmente se rompe es el caparazón que lo rodea. El amor comienza cuando aceptamos nuestas heridas y nos enamoramos de la cicatriz. Entonces podemos acariciar la herida del otro.
La madre Teresa nos enseña a aceptar que el dolor es parte del ser humano. Todos nosotros tenemos dolores profundos y atravesar esta vida significa aprender a convivir en el sufrimiento.
Cuando no huimos de nuestas emociones más difíciles, sino que convivimos con ellas, nos convertimos en personas más sensibles, más humanas y abiertas a la capacidad de amar.
Silvia Salinas, psicóloga gestáltica y escritora. Es autora con Ana Guillot y Rossana Spinzo, de "La lección de las diosas", que recoge las enseñanzas de mujeres que han hecho historia.
domingo, 4 de diciembre de 2011
DOMINAR LA VERGUENZA
Nos avergonzamos cuando nos encontramos en inferioridad frente a los demás o cuando contravenimos las normas de comportamiento. La vergüenza es una emoción que tiene cierta utilidad para regular las relaciones, pero un exceso de ella nos inhabilita y retrae. Saber manejarla y, sobre todo, evitársela a los demás, nos hará sentir más satisfechos con nosotros mismos.
No intentemos, pues , desterrar la vergüenza del registro de nuestros estados de ánimo. No tengamos miedo a sentirla: puede ayudarnos a ver hasta dónde no debemos llegar. Solamente debemos intentar no dejarnos dominar por ella. No permitamos que nos aísle: cuando suframos por su causa, confiémoslo a nuestros allegados, sin desvalorizarnos. Y, sobre todo, intentemos no infligírsela a los demás, humillándolos: una vergüenza manipulada así y no autoproducida no conduce a un deseo de cambio personal sino a uno de venganza. El filósofo Nietzsche lo expresó perfectamente el La gaya ciencia:
-¿A quién llamas malo?
-Al que siempre quiere avergonzar.
-¿Qué consideras más humano?
-Evitarle la vergüenza a alguien.
-¿Cúal es el signo de que se ha conquistado la libertad?
-No avergonzarse ya de uno mismo.
Simplemente, sentirse un poco incómodo de vez en cuando es más que suficiente.
Christophe André. Su último libro (Los estados de ánimo. El aprendizaje de la serenidad)
No intentemos, pues , desterrar la vergüenza del registro de nuestros estados de ánimo. No tengamos miedo a sentirla: puede ayudarnos a ver hasta dónde no debemos llegar. Solamente debemos intentar no dejarnos dominar por ella. No permitamos que nos aísle: cuando suframos por su causa, confiémoslo a nuestros allegados, sin desvalorizarnos. Y, sobre todo, intentemos no infligírsela a los demás, humillándolos: una vergüenza manipulada así y no autoproducida no conduce a un deseo de cambio personal sino a uno de venganza. El filósofo Nietzsche lo expresó perfectamente el La gaya ciencia:
-¿A quién llamas malo?
-Al que siempre quiere avergonzar.
-¿Qué consideras más humano?
-Evitarle la vergüenza a alguien.
-¿Cúal es el signo de que se ha conquistado la libertad?
-No avergonzarse ya de uno mismo.
Simplemente, sentirse un poco incómodo de vez en cuando es más que suficiente.
Christophe André. Su último libro (Los estados de ánimo. El aprendizaje de la serenidad)
martes, 29 de noviembre de 2011
El vacío Fértil
Alguien podría decirse: ya que voy a morir, ¿vale la pena que me esfuerce en mejorar, en conseguir objetivos, tener una familia, superarme en el trabajo? La respuesta zen sería que no: que no "vale la pena". Podemos hacer todo eso, pero sin "pena".. Podemos plantearnos objetivos de todo tipo, pero disfrutando de ellos, jugando a llevarlos a cabo, pero observando siempre el principio de que, en el fondo, no se trata de nada realmente importante, nada por lo que valga la pena "penar".
Los meditadores lo saben bien. Existe un punto, un estado mental, en que las personas pueden morar sin apegarse ni a lo bueno ni a lo malo.
Tomar lo positivo que te da la vida, pero sin apegarse a ello. Aceptar las circunstancias negativas e inevitables, pero sin apegarse tampoco a ellas. No exagerar, no dramatizar, jugar a vivir. Aunque parezca paradójico, es la actitud más responsable en la vida.
Los monjes tibetanos llevan a cabo un ejercicio simbóloco que les sirve para recordarles la actitud que deben sostener en esta vida impermanente. Realizan complicados dibujos llamados mandalas compuestos por miles de granitos de arena formando un inmenso mosaico. Pueden estar componiéndolos durante semanas o meses. Una vez acabado, lo exponen durante unos días y después llevan a cabo la ceremonia de disolución del mandala. Cuando los monjes arrojan los granos de arena al viento, están expresando que los avatares de la vida no son tan importantes: los logros, el estatus, la condición física, incluso la salud... no tienen importancia como la mayor parte del tiempo pensamos. Podemos disfrutar de ellos, si así lo deseamos, como en un juego, pero es absurdo sufrir por ello.
Si todo tiene una importancia relativa, todas las acciones humanas deberían ser escogidas cuidadosamente, realizadas con atención: cortar leña y tranportar el agua, realizar un informe, ceplllarse los dientes... Puede parecer una deducción peregrina, pero no lo es. Puesto que nada es tan importante, podríamos dejar de hacer cualquier cosa de las que hacemos y no pasaría nada. Podríamos incluso dejar de respirar... Sin embargo, también podemos decidir lo contrario: seguir sobre la tierra y jugar a disfrutar de ella. Y ya que decidimos hacerlo, escojamos bien lo que vamos a hacer y hagámoslo bien, sacándole el máximo partido. Es una de las propuestas más sensatas. Por eso, la comida, el sexo o el paseo lento son prácticas con un trasfondo profundamente filosófico.
Los meditadores lo saben bien. Existe un punto, un estado mental, en que las personas pueden morar sin apegarse ni a lo bueno ni a lo malo.
Tomar lo positivo que te da la vida, pero sin apegarse a ello. Aceptar las circunstancias negativas e inevitables, pero sin apegarse tampoco a ellas. No exagerar, no dramatizar, jugar a vivir. Aunque parezca paradójico, es la actitud más responsable en la vida.
Los monjes tibetanos llevan a cabo un ejercicio simbóloco que les sirve para recordarles la actitud que deben sostener en esta vida impermanente. Realizan complicados dibujos llamados mandalas compuestos por miles de granitos de arena formando un inmenso mosaico. Pueden estar componiéndolos durante semanas o meses. Una vez acabado, lo exponen durante unos días y después llevan a cabo la ceremonia de disolución del mandala. Cuando los monjes arrojan los granos de arena al viento, están expresando que los avatares de la vida no son tan importantes: los logros, el estatus, la condición física, incluso la salud... no tienen importancia como la mayor parte del tiempo pensamos. Podemos disfrutar de ellos, si así lo deseamos, como en un juego, pero es absurdo sufrir por ello.
Si todo tiene una importancia relativa, todas las acciones humanas deberían ser escogidas cuidadosamente, realizadas con atención: cortar leña y tranportar el agua, realizar un informe, ceplllarse los dientes... Puede parecer una deducción peregrina, pero no lo es. Puesto que nada es tan importante, podríamos dejar de hacer cualquier cosa de las que hacemos y no pasaría nada. Podríamos incluso dejar de respirar... Sin embargo, también podemos decidir lo contrario: seguir sobre la tierra y jugar a disfrutar de ella. Y ya que decidimos hacerlo, escojamos bien lo que vamos a hacer y hagámoslo bien, sacándole el máximo partido. Es una de las propuestas más sensatas. Por eso, la comida, el sexo o el paseo lento son prácticas con un trasfondo profundamente filosófico.
miércoles, 23 de noviembre de 2011
APRENDER A DARSE CUENTA
Pensar en lo que debería ser y en lo que deberíamos sentir, en vez de vivir y experimentar con plenitud lo que realmente está sucediendo, constituye una de las principales causas de infelicidad.
Para evitarlo, tenemos que aprender a detectar en qué momento lo hacemos y redirigir nuestra atención a lo que sentimos en cada instante. Una actitud fundamental para tomar la rienda de la propia existencia.El primer e ineludible paso para dejar de interrumpirnos consiste en vivenciar cómo y cuándo lo hacemos. A esto se refiere el tan mencionado "darse cuenta.". Se trata simplemente de tomar conciencia de lo que estamos percibiendo a cada momento y de las emociones y pensamientos que ello nos genera. He dicho "simplemente", pero el hecho de que este sea un proceso simple no significa que sea también sencillo. Por el contrario, apartar los juicios, las fantasías y los mandatos acerca de lo que debería o no debería pasarnos suele ser una tarea bastante ardua.
El "darse cuenta"es tomar conciencia de lo que percibimos a cada momento, así como de las emociones y los pensamientos que ello nos genera.
Dirigir la atención a los más obvio, como nuestros gestos y sensaciones, nos ayudará a tomar un verdadero contacto con nosotros mismos.
Reconocer lo que sentimos en cada momento es una actitud saludable, aun cuando no siempre sea posible actuar de acuerdo con nuestas emociones.
Demián Bucay- su último libro es (Mirar de nuevo)
jueves, 17 de noviembre de 2011
ATENCIÓN PLENA
Inmersos en la agitacion diaria
creemos imposible encontrar un espacio de descanso y contemplación,
pero no necesitamos comprar pasajes a lugares remotos, nuestro oasis
de paz está en nosotros.
Pensamos que solo es posible lograr
momentos de paz interior en vacaciones , en cualquier playa desierta
o paisaje ídílico, desconectados de todo y sin responsabilidades.
Pero cuando la vida “va en serio” y nos hallamos inmersos en el
mundanal ruido, también es posible hallar nuestros momentos de
desconexión. Nuestra herramienta más útil y eficaz para
conseguirlo se llama mindfulness o atención plena.
La atención plena no consiste en
tratar de relajarse sino en desarrollar una relación menos reactiva
con la experiencia interior.
La atención plena tampoco consiste en
vaciar la mente; el cerebro siempre produce pensamientos, esa es su
actividad. Lo que nos permite la atención plena es desarrollar una
relación más armoniosa con esos pensamientos, de manera que cuando
la sepamos aplicar, parecerá que tengamos menos debido a que no
luchamos tanto contra ellos. ¿Y cuàndo buscar el mejor momento de
paz? Cuando queramos, el momento de paz puede empezar ahora mismo, en
el momento en que nos anclamos en el presente. Si nos concentramos en
la conversación que estamos manteniendo, en la tarea que llevamos a
cabo, sea cual sea, es imposible que surja el estrés. Este solo
surge cuando pensamos en el futuro (en las personas o los temas que
tendremos que atender).
Gaspar Hernandez
“SI BUSCAS LA VERDAD FUERA DE TI,
CADA VEZ TE ALEJARÁS MÁS DE ELLA. AHORA QUE SOLO ANDO CONMIGO LA
ENCUENTRO DONDE QUIERA QUE VOY”
TUNG-SHAN
domingo, 13 de noviembre de 2011
SI LO HUBIERA SABIDO
Cuando ya conocemos las consecuencia de nuestos actos, es fácil caer en la culpa de lo que hicimos o dejamos de hacer. Debemos aprender a dejar de anclarnos en el "si lo hubiera sabido" y ser indulgentes con nosotros mismos.
PUEDO SENTIRME CULPABLE...
...Si he tomado una decisión equivocada teniendo toda la información y conociendo todos los hechos....si en el momento de tomar la decisión, era consciente de todas sus consecuencias....si lo que ha pasado posteriormente era previsible que pasase a la vista de la información de la que disponiía.
NO DEBO SENTIRME CULPABLE... Si las cosas que hoy sé no las sabía...si las podía saber cuando tomé la decisión...si lo que ha pasado no depende directa ni inequívocamente de la decisión tomada...si con la información que tenía en el momento -y solo con esa información-, hoy hubiera decidido exactamente lo mismo.
Ferran Ramon-Cortes
PUEDO SENTIRME CULPABLE...
...Si he tomado una decisión equivocada teniendo toda la información y conociendo todos los hechos....si en el momento de tomar la decisión, era consciente de todas sus consecuencias....si lo que ha pasado posteriormente era previsible que pasase a la vista de la información de la que disponiía.
NO DEBO SENTIRME CULPABLE... Si las cosas que hoy sé no las sabía...si las podía saber cuando tomé la decisión...si lo que ha pasado no depende directa ni inequívocamente de la decisión tomada...si con la información que tenía en el momento -y solo con esa información-, hoy hubiera decidido exactamente lo mismo.
Ferran Ramon-Cortes
jueves, 10 de noviembre de 2011
Nos sobran razones para pensar en un futuro mejor
No es cierto que exista una crisis económica planetaria, lo que existe es una crisis específica de países específicos.
La esperanza de vida aumenta 2,5 años cada década. Por primera vez aprendemos que hay vida antes de la muerte y que cualquier tiempo pasado fue peor.
La educación y la medicina avanzan hacia la personalización, y nos obligan a engendrar un nuevo modelo social. La prevención será más importante que la curación.
Un gran descubrimiento: el aprendizaje social y emocional. Por primera vez en la historia de la evolución empezamos a conocer y gestionar las emociones. Y sabemos que es tan importante aprender como desaprender.
Las redes sociales son lo que nos hace distintos del resto de animales. El origen de la interconexión actual está en las rutas de la Seda y del Incienso. Gracias a la revolución digital ahora la comunicación puede ser instantánea y universal.
Tras los avances de las ciencias de la mente, hoy conocemos la importancia del inconsciente con relación al pensamiento racional. Por primera vez constatamos que podemos confiar en la intuición.
Nunca habíamos sabido tanto sobre la naturaleza de la felicidad. Eso es lo esencial: la felicidad se encuentra en la sala de espera de la felicidad.
Otro de nuestros quebraderos de cabeza seculares: la belleza. Sabemos que la belleza es ausencia de dolor, o sea, la que refleja un rostro con un nivel de fluctuaciones asimétricas inferior al normal.
Evolutivamente, en tiempo de crisis, la manada se vuelve hacia los jóvenes para que ejerzan su liderazgo. Es pues, la hora de los jóvenes. No pueden defraudar.
Hace unos años estábamos convencidos de que la visión del universo correspondía a la realidad. Luego descubrimos que esa visión dependía del marco y de las emociones. Ahora sabemos que es el resultado de un modelo matemático: la incertidumbre envuelve a nuestro universo.
***
El próximo 22 de noviembre Destino publica el nuevo libro de Eduardo Punset, Viaje al optimismo , y celebramos el Día del #Optimismo..
.
lunes, 7 de noviembre de 2011
ATRAPADOS EN LA JAULA
En algunos remotos lugares de África todavia utilizan un método tradicional para cazar monos. Se trata de colocar una jaula en medio de la selva con un plátano en su interior. La jaula está hecha de palos entrecruzados que forman una rejilla a cuadros. El mono suele acudir para coger el plátano e introduce la mano por uno de esos pequeños recuadros que forma la extructura de la jaula.
Después, agarra la banana, pero no puede sacar la mano porque la banana no cabe por el agujero. Curiosamente, el mono se queda un buen rato allí, como bloqueado, sin poder sacar la fruta ni la mano. No quiere renunciar a la banana, soltarla y sacar la mano de allí. En pocos minutos, llegan los hombres y le echan una red por encima y lo capturan.
Como dice el doctor Eaton, los monos no son los únicos en aferrarse a algo que les perjudica sin darse cuenta de que es una trampa. Los seres humanos también lo hacemos. Nos aferramos a ideas y valores que no son realmente los nuestros. Por ejemplo, podemos mantener convicciones internas como <<Debo tener éxito>>, <<No debo mostrar debilidades>>, <<Tengo que saber siempre lo que hacer>>,<<Debo evitar ser egoísta a toda costa>>. Mantener esas ideas es muy duro y puede dejarnos agotados, incluso enfermarnos. Hasta que aprendemos a deshacernos de ellas nos vemos obligados a un agotador día a día tratando de contentar a los demás, aguantar a personas abusadoras, cargar con los problemas de los demas y tragarnos nuestra frustración.
No hay nada de malo en internar ser un buen hermano, amigo o empleado, pero cuando convertimos esos deseos en necesidades imperiosas, en inflexibles <<debería esto, debería lo otro>> iniciamos una carrera hacia el perfeccionismo que es imposible de ganar. Entonces, nos quedamos atrapados en la jaula. Aumenta nuesta insatisfacción porque no logramos ser perfectos, porque los valores que perseguimos en realidad no son los nuestos y porque desatendemos nuestas auténticas motivaciones. Es en esos momentos cuando parece que todo lo que hacemos es fatigante, cuando dejamos de disfrutar de las tareas y de la vida, y cuando perdemos el sentido de la existencia. Estamos atrapados sin saber por qué.
¿Como podemos salir de esa trampa? Es evidente, ¿verdad? Dejando caer las bananas. Renunciando a ellas e imponernos la necesidad de abandonar las ideas impuestas por la sociedad.
Rafael SantandreuNo hay nada de malo en internar ser un buen hermano, amigo o empleado, pero cuando convertimos esos deseos en necesidades imperiosas, en inflexibles <<debería esto, debería lo otro>> iniciamos una carrera hacia el perfeccionismo que es imposible de ganar. Entonces, nos quedamos atrapados en la jaula. Aumenta nuesta insatisfacción porque no logramos ser perfectos, porque los valores que perseguimos en realidad no son los nuestos y porque desatendemos nuestas auténticas motivaciones. Es en esos momentos cuando parece que todo lo que hacemos es fatigante, cuando dejamos de disfrutar de las tareas y de la vida, y cuando perdemos el sentido de la existencia. Estamos atrapados sin saber por qué.
¿Como podemos salir de esa trampa? Es evidente, ¿verdad? Dejando caer las bananas. Renunciando a ellas e imponernos la necesidad de abandonar las ideas impuestas por la sociedad.
martes, 1 de noviembre de 2011
AMORES SABIOS
El amor sabio conoce las trampas del amor pasional y las rehuye. Sabe que nadie puede colmar todas nuestras expectativas románticas y carencias afectivas. El amor sabio defiende que amarse a uno mismo es el primer paso para compartir con otra persona el sosiego, la paz y el equilibrio de un amor profundo.
Podemos vivir un estado de máxima exaltación, de plenitud ideal mientras seamos correspondidos y nuestra relación viva en el limbo de las promesas cumplidas, pero tiene un enorme riesgo porque, por esa vía alienante de la pasión que nos hace capaces de cualquier renuncia, de cualquier sacrificio por el otro, se abre la puerta a la posibilidad del maltrato, del abuso, si el otro no nos corresponde y quiere sacar partido de nuestra vulnerabilidad.
El buen amor, en cambio, nos hace dignos, nos protege a la hora de poner límites a quien nos daña y no da la fuerza necesariia para acabar la relación y volver a intentar otra con quien lo merezca, nos procura la distancia necesaria para sostenernos cuando estamos solos, nos hace disfrutar de las formas de amor que nos procuran las amistades, nos permite dejar un lugar para cada necesidad, no solamente la de pareja. La posibilidad de disfrutar del amor cuando estamos advertidos de las trampas del amor romántico empieza por la autoestima. Sin ese amor por nosotros que nos hace cuidarnos, no podemos ni respetar ni amar a otros, porque los agobiamos con el peso de nuestras expectativas. ¿Como podemos esperar que otro nos salve si no sabemos sostenernos? Aceptar una necisidad de amor sabio nos defiende de la alienación pasional que puede acabar en un "ni contigo ni sin mi".
El buen amor, en cambio, nos hace dignos, nos protege a la hora de poner límites a quien nos daña y no da la fuerza necesariia para acabar la relación y volver a intentar otra con quien lo merezca, nos procura la distancia necesaria para sostenernos cuando estamos solos, nos hace disfrutar de las formas de amor que nos procuran las amistades, nos permite dejar un lugar para cada necesidad, no solamente la de pareja. La posibilidad de disfrutar del amor cuando estamos advertidos de las trampas del amor romántico empieza por la autoestima. Sin ese amor por nosotros que nos hace cuidarnos, no podemos ni respetar ni amar a otros, porque los agobiamos con el peso de nuestras expectativas. ¿Como podemos esperar que otro nos salve si no sabemos sostenernos? Aceptar una necisidad de amor sabio nos defiende de la alienación pasional que puede acabar en un "ni contigo ni sin mi".
Las decepciones amorosas pueden llevar al descrédito del amor, sumiéndonos en la amargura o la deseperanza si persistimos en lograr lo imposible. En cambio, al renunciar a lo imposible, nuestra fuerza interior es mayor y podemos aceptar parcialidades que multiplican nuestras fuentes de placer. Así, no solo disfrutaremos con una pareja, también nos abriremos a las amistades, al buen trato social y laboral, a la cordialidad...,.distintas formas de amor que hacen que nuestro paso por la vida tenga un andar más cálido y confortable.
Claudia Truzzoli (Psicóloga y psiconalista).
domingo, 30 de octubre de 2011
VIVIR CON VALENTIA
A menudo la vida nos coloca ante situaciones difíciles o que nos asustan. Afrontarlas con coraje no solo nos ayudará a superarlas; sobre todo, nos permitirá aprender de la experiencia.
Un héroe es todo aquel que hace lo que puede.
¿Que sería de la vida si no tuviéramos el valor de internar algo?
El único riesgo cero es no haber nacido o estar muertos ya. Vivamos, pues, con prudencia, pero sin dejarnos paralizar por el miedo. André Conte
Tomar los reveses de la vida como un desafío cuya superación nos hace más fuertes, y no como un injusto castigo que no tendríamos que recibir, requiere fe y coraje. Erich Fromm
Ten el valor de equivocarte. Georg Hegel
Un cobarde es incapaz de mostrar amor; hacerlo está resevado para los valientes.Mahatma Gandhi
No es la dificultad la que impide atreverse, pues de no atreverse viene toda la dificultad.Arthur Schopenhauer
La única diferencia entre una persona cobarde y una valiente es que la cobarde presta atención a sus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la valiente los aparta y sigue su camino. Osho
La mayor virtud de un héroe es la que permite afrontar las cosas sin tener que hacer el esfuerzo de parecerse a lo que los demás dicen que se debe ser. Jorge Bucay
viernes, 28 de octubre de 2011
PARECE QUE SOY INVISIBLE
Estamos concentrados en nuestra vida o en nuestros problemas y dejamos de percibir el entorno. Y, por el camino, hacemos invisibles a muchas personas que nos importan.
Y lo más importante es que actuar así tiene consecuencias. Porque cuando las personas se sienten ignoradas, lo toman como un desdén. Como reza el dicho. "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio". No es agradable pasar desapercibido a los ojos de los demás.
Cada uno de nosotros tiene su particular lista de personas invisibles, personas que a menudo nos pasan desapercibidas. Pasamos por su lado sin saludarlas, muchas veces no sabemos exactamente qué es lo que hacen ni cuáles son sus inquietudes, y no contamos con ellas para lo que nosotros hacemos u organizamos. Nos ocurre en el trabajo y nos pasa también en la familia y con los amigos. Y esto es así porque, demasiado contrados en nuestos problemas, no prestamos suficiente atención a quienes nos rodean. Pero es importante tomar conciencia de esta lista y reducirla, ir tachando nombres hasta dejarla a cero.
Es fácil que las personas tímidas, discretas o inseguras pasen desapercibidas. Pero puede que no sea voluntario. Las haremos más visibles sin nos comunicamos con ellas y les damos confianza para mostrarse.
Para no hacernos invisibles:
Si nos cruzamos por la mañana, saludémonos siempre y hagámoslo sinceramente. No pasemos a un palmo el uno del otro sin dirigirnos la palabra. Si compartimos un espacio, no nos ignoremos. Cada uno estará concentrado en lo suyo, pero, reservémonos pequeños momentos para reconocernos. Quizás a mí me cueste más llamar la atención. Pero esto no significa que no sufra si tú no me ves. Si eres más abierto, puedes llevar la iniciativa, pero no asumas que "ya estoy bien así". Cuando estemos con más gente, tal vez me sienta cohibido y tenga la tentación de encerrarme en mí mismo. Ayúdame a no hacerme invisible, a participar. Siempre habrá una ocasión en que no tendremos tiempo ni para un saludo. Hagamos que sea solo una excepción.
Ferran Ramon-Cortés
Y lo más importante es que actuar así tiene consecuencias. Porque cuando las personas se sienten ignoradas, lo toman como un desdén. Como reza el dicho. "No hay mayor desprecio que no hacer aprecio". No es agradable pasar desapercibido a los ojos de los demás.
Cada uno de nosotros tiene su particular lista de personas invisibles, personas que a menudo nos pasan desapercibidas. Pasamos por su lado sin saludarlas, muchas veces no sabemos exactamente qué es lo que hacen ni cuáles son sus inquietudes, y no contamos con ellas para lo que nosotros hacemos u organizamos. Nos ocurre en el trabajo y nos pasa también en la familia y con los amigos. Y esto es así porque, demasiado contrados en nuestos problemas, no prestamos suficiente atención a quienes nos rodean. Pero es importante tomar conciencia de esta lista y reducirla, ir tachando nombres hasta dejarla a cero.
Es fácil que las personas tímidas, discretas o inseguras pasen desapercibidas. Pero puede que no sea voluntario. Las haremos más visibles sin nos comunicamos con ellas y les damos confianza para mostrarse.
Para no hacernos invisibles:
Si nos cruzamos por la mañana, saludémonos siempre y hagámoslo sinceramente. No pasemos a un palmo el uno del otro sin dirigirnos la palabra. Si compartimos un espacio, no nos ignoremos. Cada uno estará concentrado en lo suyo, pero, reservémonos pequeños momentos para reconocernos. Quizás a mí me cueste más llamar la atención. Pero esto no significa que no sufra si tú no me ves. Si eres más abierto, puedes llevar la iniciativa, pero no asumas que "ya estoy bien así". Cuando estemos con más gente, tal vez me sienta cohibido y tenga la tentación de encerrarme en mí mismo. Ayúdame a no hacerme invisible, a participar. Siempre habrá una ocasión en que no tendremos tiempo ni para un saludo. Hagamos que sea solo una excepción.
Ferran Ramon-Cortés
domingo, 23 de octubre de 2011
CUATRO NOBLES VERDADES
Hay una historia zen que habla de un hombre y un caballo. El caballo galopa veloz, y parece que el jinete se dirige a un destino importante. Un transeúnte le pregunta: "¿A donde vas?", y el jinete replica::"¡No lo sé!¡pregunta al caballo!". Esta es también la historia de nuesta vida, no sabemos adónde vamos, pero no podemos detenernos. El caballo es nuestra "energia de la costumbre", la fuerza incesante del hábito, de la que no solemos ser conscientes y que somos incapaces de cambiar.
TODOS SIN EXCEPCIÓN SUFRIMOS EN LA VIDA
Identificar y reconocer la naturaleza y profundidad de su sufrimiento tal vez resulte difícil. Tal vez prefiera suprimirlo y no enfrentarse a él. Sin embargo, nuestro primer paso hacia la curación, la transformación es reconocer la existencia de nuestro sufrimiento y no huir de él.
TODOS PODEMOS IDENTIFICAR LAS CAUSAS DE NUESTRO SUFRIMIENTO
Deberemos tener una mejor compresión de las razones que nos han inducido a no hacerlo hasta ahora. Observar en profundidad exige valor. Si sabemos mirar profundamente nuestro sufrimiento y reconocer qué lo alimenta, estamos en el camino de la liberación.
PODEMOS PONERLE FIN
Es esencial un cambio en la conducta, creer que podemos llevar a cabo el comportamiento necesario para producir el resultado deseado.
EXISTEN CAMINOS PARA LIBERARNOS DEL SUFRIMIENTO
Debemos tener la creencia y la afirmación de que podemos seguir el camino consciente y comprometernos a ello. Se trata de crear nuestros propios objetivos, que podremos cumplir cada diía. Mientras nos orientemos en la dirección correcta y seamos pacientes, progresaremos.
lunes, 17 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
LA BELLEZA DE CADA DIA
Todos los psicólogos saben que existe una medida de la cordura del hombre casi infalible y es su capacidad para gozar de lo bello. Cuando estamos extresados perdemos esa capacidad: ya no nos fijamos en la armonia de los colores del parque, en el azul intenso del mediodia o en la hermosura del rostro de una persona joven.
En nuestro entorno siempre hay belleza, cosas hermosas, positivas, realmente mágicas, y en cada momento nos negamos a percibir esta realidad, cerrándonos muchas veces a todo lo bello que el Universo constantemente nos está entregando.
Cualquier piedra es un diamante para el que sabe ver. Anónimo
Hagamos que la felicidad no sea una meta si no un día a día, una costumbre, vivámosla a cada momento, disfrutemos de los paisajes, en toda circunstancia, visión, persona, hay algo bueno, bello, en eso tenemos que centrarnos para disfrutar cada momento.
Disfruta la Belleza que está a tu alrededor. Si nos centramos en el aquí y ahora, veremos la belleza que está a nuestro alrededor, sentiremos esa emoción de encontrarnos con nuestra realidad y viviremos la felicidad momento a momento.
Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Confucio
Por otra parte, recordemos que nuestro mundo es el reflejo de lo que percibimos de nosotros mismos y, no obstante, la mayoria de las veces no nos percatamos de ello
Disfrutemos de la belleza del presente, y de la hermosura que hay a nuestro alrededor.
lunes, 10 de octubre de 2011
SACAR PARTIDO AL ABURRIMIENTO
La necesidad de llenar cada minuto de nuestra vida es un signo de los tiempos. No soportamos aburrirnos, pero en esos momentos en que aparentemente no hacemos nada, podemos dedicarnos a tareas tan esenciales como la introspección y la creación. El aburrimiento no es sinónimo de tiempo perdido sino un espacio lleno de posibilidades.
Los momentos de aburrimiento son una buena ocasión para contactar con nuestra vida presente, para sentirno existir.
Se suele decir que el aburrimiento es el "dolor del tiempo", esa tristeza que emerge de nuestra cotidianidad cuando faltan las ocupaciones, los estímulos, los encuentros, las sorpresas, los cambios. El aburrimiento es un estado de ánimo de tonalidad negativa: nos sentimos mal en el instante presente, no porque sea horrible sino porque está vacío, porque nos deja solos con nosotros mismos. Y eso es algo a lo que no estamos acostumbrados.
Nuestra época ha perdido por completo el respeto y la escucha al aburrimiento: lo vive como un fracaso, una prueba de que no hemos planificado bien el empleo de nuestro tiempo, o de que no somos creativos, o de que estamos solos... Vivimos en una sociedad materialista, para lo bueno -es apasionante, cambiante, estimulante- y para lo malo -la profusión de estímulos nos lleva a menudo a una deconstrucción de nuestras capacidades mentales, por sobreestimulación,, dispersión y hurto de la atención-.
Nos vemos invadidos por la tentación del zapping, por el acceso a actividades que no conllevan la mínima implicación interior: la televisión, los videojuegos, la música en un flujo continuo...Estamos sometidos a continuas sustracciones de nuestra atención: publicidad por todas partes, interrupciones por e-mail, teléfono, sms... Hemos perdido totalmente la constumbre y la capacidad de pasar algunos momentos, de vez en cuando durante el día, en los que no hacemos nada. Nada más aparte se sentir y reflexionar...
Podemos utilizar los estados de ánimo de aburrimiento para ponernos del lado de la vida, y no del lado del "relleno" de la vida. El aburrimiento nos puede llevar a pensar que el presente es un peso, un obstáculo en la vida. Pero también puede ayudarnos a comprender que podemos vivir el presente, aquí y ahora, en lugar de huir de él queriendo hacer algo a toda costa o rellenando nuesto espíritu con información o distracción. Hagamos del aburrimiento una señal para volvernos hacia el instante presente, para que así, en ese momento, nuestro espíritu pueda descansar y respirar un poco.
Hallarse obligado a no hacer nada no debe vivirse, pues, como un fracaso o una frustración, sino como una ocasión para reflexionar y sentir.
Christophe André (medico psiquiatra)su último libro es Los estados de ánimo. El aprendezaje de la serenidad.
viernes, 7 de octubre de 2011
LA SOLEDAD DE LAS MUJERES PERFECTAS
Ana viaja sola por el mundo. No tiene camino, no tiene destino. Camina sola, despacio, tal y como así le enseñaron sus padres y los padres de sus padres. Con ella viajan todos sus ancestros desde el principio de los tiempos. Le sonríen al pasar.
Al pisar, lo hace con paso seguro, es de la única manera que sabe hacerlo; cabeza alta, mirada al cielo. Al pasar, disfruta de todas la distracciones que le ofrece el paisaje. Su sonrisa no desfallece, es tan amplia como los ríos que atraviesa.
A su espalda, todo aquello que ha formado parte de su existencia y, que a medida que avanza por estos lares, va recogiendo con sus manos. Carga sobre sus hombros morenos por el sol pensamientos, momentos, dibujos, piedrecitas y alguna que otra canción que ritualmente guardará en su mochila marrón corroida por los tiempos. Sus pasos se aferran al camino, su mente se expande más allá de la vía lactea.
Ana es una mujer perfecta; contiene en ella todo en su justa mesura. Es buena en casi todo y, sin embargo no cree destacar en nada.
Cuando la viajera se cruza con alguién en su camino, la reacción es inesperada pero conocida; hay quién la adula, quién la envidia, quién la teme, quién la desprecia. Pero Ana nunca se siente amada.
Ellos, la mayoría, son sólo marionetas a los ojos de ella. Personas estancadas dentro de sus parametros estandar. Ellos, tan lejos de donde ella se encuentra, siempre le preguntan por sus andares solitarios, no entienden que Ana no sabe caminar de otra manera. Es lo único para lo que ha parecido nacer.
De cuando en cuando, Ana descansa en su camino. Se sienta al pie de algún sendero y dejar que su cuerpo se relaje y se una a la tierra que pisa.
A medida que los días, los meses, los años pasaban, los caminos se hicieron más encrespados, arduos y dificiles. Había senderos llenos de arbustos, otros tan secos como desiertos, otros con subidas vertiginosas. Pero ella nunca se detenía. Cuando sus piernas ya no podían más, se sentaba en una borde y observaba todo aquello que la rodeaba. En ocasiones, otros viajeros la acompañaban en aquellos descansos; viejos solitarios, que compratían el pan y el agua y algunas palabras, a la espera de la próxima etapa.
Nadie llevaba la mochila de Ana, quién arrastraba su vida en los días de fuertes tormentas o de grandes vientos. Todo el mundo que la veía daba por supuesto que ella no necesitava a nadie, que en su perfección, su sola presencia era un estorbo.
En el albor de la noche, junto a la hoguera, Ana se quejaba de las ampollas de sus pies, de lo largo del camino. Y buscaba entre la noche una sonrisa reconfortante que nunca llegaba.
Que sola era la vida de la mujer perfecta; fuera de todo convencionalismo, olvidada por los principes rescatadores, lejos de la comodidad de las pertenencias emotivas.
Por: Evafrade
Al pisar, lo hace con paso seguro, es de la única manera que sabe hacerlo; cabeza alta, mirada al cielo. Al pasar, disfruta de todas la distracciones que le ofrece el paisaje. Su sonrisa no desfallece, es tan amplia como los ríos que atraviesa.
A su espalda, todo aquello que ha formado parte de su existencia y, que a medida que avanza por estos lares, va recogiendo con sus manos. Carga sobre sus hombros morenos por el sol pensamientos, momentos, dibujos, piedrecitas y alguna que otra canción que ritualmente guardará en su mochila marrón corroida por los tiempos. Sus pasos se aferran al camino, su mente se expande más allá de la vía lactea.
Ana es una mujer perfecta; contiene en ella todo en su justa mesura. Es buena en casi todo y, sin embargo no cree destacar en nada.
Cuando la viajera se cruza con alguién en su camino, la reacción es inesperada pero conocida; hay quién la adula, quién la envidia, quién la teme, quién la desprecia. Pero Ana nunca se siente amada.
Ellos, la mayoría, son sólo marionetas a los ojos de ella. Personas estancadas dentro de sus parametros estandar. Ellos, tan lejos de donde ella se encuentra, siempre le preguntan por sus andares solitarios, no entienden que Ana no sabe caminar de otra manera. Es lo único para lo que ha parecido nacer.
De cuando en cuando, Ana descansa en su camino. Se sienta al pie de algún sendero y dejar que su cuerpo se relaje y se una a la tierra que pisa.
A medida que los días, los meses, los años pasaban, los caminos se hicieron más encrespados, arduos y dificiles. Había senderos llenos de arbustos, otros tan secos como desiertos, otros con subidas vertiginosas. Pero ella nunca se detenía. Cuando sus piernas ya no podían más, se sentaba en una borde y observaba todo aquello que la rodeaba. En ocasiones, otros viajeros la acompañaban en aquellos descansos; viejos solitarios, que compratían el pan y el agua y algunas palabras, a la espera de la próxima etapa.
Nadie llevaba la mochila de Ana, quién arrastraba su vida en los días de fuertes tormentas o de grandes vientos. Todo el mundo que la veía daba por supuesto que ella no necesitava a nadie, que en su perfección, su sola presencia era un estorbo.
En el albor de la noche, junto a la hoguera, Ana se quejaba de las ampollas de sus pies, de lo largo del camino. Y buscaba entre la noche una sonrisa reconfortante que nunca llegaba.
Que sola era la vida de la mujer perfecta; fuera de todo convencionalismo, olvidada por los principes rescatadores, lejos de la comodidad de las pertenencias emotivas.
Por: Evafrade
miércoles, 5 de octubre de 2011
viernes, 30 de septiembre de 2011
Una taza pegada a la mente de un abad
Los meditadores tailandeses cuentan una historia que ejemplifica el cambio de actitud hacia las cosas que experimenta una persona después de años de práctica meditativa.
Un abad muy importante fue de viaje a china para conocer algunos monasterios budistas de ese país. En el primero que visitó, le regalaron una taza de té muy hermosa. Era la vasija más bella que había visto nunca y, de hecho, era de una porcelana muy valiosa y sus pinturas estaban realizadas por un maestro muy reputado. Estaba muy contento con el regalo, pero al cabo de una horas, ya por la noche, en su alcoba, pensó:<<¿Cómo la podría envolver para que no se dañe en el viaje de regreso?>>, y empezó a sufrir por ello.
Cuando llegó el día de la partida, puso cuidadosamente la taza en un cofre y le encargó al muchacho que conducía la carreta del equipaje:<<Lleva en tu carreta esta caja, pero ten mucho cuidado con ella: en su interior hay una taza muy frágil. Ay de tí, si se rompe>>. Pero durante todo el viaje estuvo preocupado por la taza; <<¿Y si me la roba ese joven diablillo que conduce la carreta? ¡Seré tonto!, ¿Por qué le habré dicho que la taza es tan valiosa?>>.
Pero la taza llegó sana y salva al monasterio. De inmediato, el abad le enseñó el presente a todo el mundo y eso le hizo sentirse muy bien, pero al dia siguiente le entraron dudas sobre dónde debería guardarse ese magnífico obsequio. El tesorero, buen amogo suyo, dijo:<<Creo que la deberíamos guardar en la cripta para evitar que se rompa>>,. Pero el abad la quedía poner el el sitio más visible del lugar, en el comedor comunal y así se inició una encendida discusión entre los dos viejo amigos. Cuando el debate estaba llegando al punto más elevado, un joven novicio tomó la taza para verla mejor, se le resbaló y cayó rompiéndose en mil pedazos. Entonces el abad sintió algo que le sorprendió hasta a él que era un hombre sabio. Pensó: !Qué alivio¡ Por fin soy libre de esa maldita taza que sólo ha hecho que robarme la paz desde hace meses>>.
La actitud que se adquiere con la práctica de la meditación es como la del abad el día que se dio cuenta de que era mejor renunciar a la taza que ser esclavo de ella. Es decir, nos volvemos más livianos en el desear y más capaces de soportar el malestar. O mejor dicho, comprobamos mediante la práctica que las cosas, los estados mentales placenteros, los logros... no dan mucha paz ni verdadera felicidad. Que las desgracias, las carencias, los problemas... no tienen por qué ser fuente de autentico malestar. Al fin y al cabo, todo eso está destinado a desaparecer, lo bueno y lo malo: ¿por qué llorar tanto las pérdidas o apegarse tanto a las transitorias alegrias?.
lunes, 26 de septiembre de 2011
DESAPEGO OTOÑAL
En otoño, la naturaleza parece desprenderse de lo que no es esencial.
Siguiendo sus pasos, también nosotros podemos soltar, desapegarnos de
las formas de ser que ya no nos sirven y buscar un espacio de
introspección en el que prepararnos para renacer.
En el mundo de hoy, sobre todo en las ciudades, las prisas y la tecnología nos hacen a veces olvidar en qué momento del ciclo anual nos encontramos.
Tal vez algo se encoge en nuestro corazón -el otoño se asocia tradicionalmente a la melancolía- Nos retiramos del mundo exterior, física y psicológicamente, y nos volvemos hacia el interior. Pasamos menos tiempo al aire libre y estamos más en casa, dedicados a actividades menos energéticas que las del verano: leemos, conversamos y podemos volver a gozar del fuego del hogar.
En otoño, la naturaleza practica el desapego y se desprende de lo que no es esencial. A nosotros también nos corresponde soltar lo que ya no necesitamos, desapegarnos de las formas de ser que ya no dan fruto, encontrar un lugar de calma interior y prepararnos para empezar de nuevo. . Si es necesario, podemos soltar relaciones marchitas, despidiéndonos de manera genuina, con agradecimiento y responsabilidad.
Que el otoño te ayude a soltar lo que ya no te sirve, a reforzar tu interior y a prepararte para renacer en un mundo transformado.
Este texto son fragmentos escogidos por mí de un articulo de Jordi Pigem (Doctor en filosofía y autor de : Valores para un mundo en transformación)
En el mundo de hoy, sobre todo en las ciudades, las prisas y la tecnología nos hacen a veces olvidar en qué momento del ciclo anual nos encontramos.
Tal vez algo se encoge en nuestro corazón -el otoño se asocia tradicionalmente a la melancolía- Nos retiramos del mundo exterior, física y psicológicamente, y nos volvemos hacia el interior. Pasamos menos tiempo al aire libre y estamos más en casa, dedicados a actividades menos energéticas que las del verano: leemos, conversamos y podemos volver a gozar del fuego del hogar.
En otoño, la naturaleza practica el desapego y se desprende de lo que no es esencial. A nosotros también nos corresponde soltar lo que ya no necesitamos, desapegarnos de las formas de ser que ya no dan fruto, encontrar un lugar de calma interior y prepararnos para empezar de nuevo. . Si es necesario, podemos soltar relaciones marchitas, despidiéndonos de manera genuina, con agradecimiento y responsabilidad.
Que el otoño te ayude a soltar lo que ya no te sirve, a reforzar tu interior y a prepararte para renacer en un mundo transformado.
Este texto son fragmentos escogidos por mí de un articulo de Jordi Pigem (Doctor en filosofía y autor de : Valores para un mundo en transformación)
viernes, 23 de septiembre de 2011
NO IRÁS A FALLARME
Cuando pedimos algo a alquien, es esencial que le demos la libertad de hacerlo o de negarse, si no, en vez de una petición, es una coacción. Si el otro no siente que puede decir que no, se sentirá incómodo, al límite, y llegará a la conclusión de que la relación no le interesa.
PARA PEDIR DE FORMA ASERTIVA
*piensa en lo que me supone hacer lo que me dices y cuales son para mí las consecuencias.
*Acepta que puedo tener motivos para decirte que no. Y si me presionas, no me dejarás ni tan siquiera planteártelos.
*No vincules nuesta relación al hecho que yo acceda a hacer lo que me pides. Si lo haces, la relación dejará de interesarme.
*No me plantees deudas de uno hacia el otro. Quiero que lo que haces por mí lo hagas de corazón, no porque me lo debes. Y yo quiero hacer lo mismo por ti.
*No te crees expectativas sobre lo que pudo hacer o no por ti. Si te las creas, tarde o temprano te defraudaré.
*No cargues en mií la responsabilidad de negarte una petición que puede ser demesurada o ilegitima. Eso dañariá irremediablente nuesta relación.
Ferran Ramon-Cortes
domingo, 18 de septiembre de 2011
EL HOMBRE BLANCO
<<Los hombres blancos viven como crustáceos, en sus casas de hormigón. Todas esas casas de piedra con toda esa gente apiñada, la actividad febril y la suciedad flotando en lo alto sin un simple árbol, sin una mancha de cielo azul o bellas nubes, todo eso junto es llamado "ciudad".¿Están los hombres blancos orgullosos de haber reunido tanta piedra? No lo sé. Los hombres blancos son gente de gustos raros. Sin ninguna razón especial, hacen cosas que les ponen enfermos, pero aún se sienten orgullosos de ellas y cantan odas a su propia gloria.>>
<<Los hombres blancos son pobres porque persiguen las cosas como locos. Sin cosas no puden vivir. Si entras en una cabaña europea para cocinar, ves tantos recipientes que es imposible usarlos todos a la vez. Los hombres blancos turban de todos los modos posibles sus mentes pensando que el hombre no puede vivir sin cosas. Cuantas más cosas necesitas, mejor europeo eres. Por eso las manos de los hombres blancos no están nunca quietas. Y ésta e la razón de que sus rostros parezcan a menudo tristes y cansados>>.
El jefe tuiavii quedó estupefacto en su visita al hombre civilizado. En realidad se quedó horrorizado. No podia comprender cómo aquellos hombres y mujeres habían escogido ese modo de vida antinatural que les sumía en el estrés, la tristeza y la violencia. Se dio cuenta de que sólo los niños eran un poco felices en Europa, y ni de cerca tanto como los libres niños samoanos.
El jefe samoano Taivii decía lo siguiente sobre el tiempo y la capacidad de disfrutar:
<<En europa hay realmente muy poca gente que tenga tiempo, casi todos mantienen sus ojos pegados al suelo cuando caminan y balancean sus brazos para llevar mejor el paso. El tiempo les resbala de sus manos como una sepiente, sólo porque intentan siempre agarrarse a él . Siempre quieren manternerlo en sus brazos, apropiarse de él. Pero el tiempo es tranquilidad y paz amorosa, amar y descansar y tenderse en una estera imperturbable. Los hombres blancos no han entendido el tiempo y, por consiguiente, lo han maltratado con sus bárbaras prácticas>>.
Claudio Naranjo (Psiquiatra chileno , ha creado un programa de formación y crecimiento personal (SAT) Seekers After Truth (buscadores de la verdad) y se trabaja con contenidos propios de la psicoterapia y de la espiritualidad.
jueves, 15 de septiembre de 2011
PRACTICAR LA HUMILDAD
Reconocer nuestras limitaciones y valorar lo que los demás tienen para ofrecernos es el punto de partida del camino del crecimiento personal, pues sin humildad no es posible el verdadero aprendizaje
Echarse tierra encima y decir que uno no vale nada es vanidad. La humildad es aceptar nuestros defectos, pero también nuestros valores. Saber lo que no vales y lo que vales y no estar escondiéndose.A.JodoroskyEnsalza lo humilde, multiplica lo poco, recompensa la injuria con bondad, corta el problema en su brote y siembra lo grande en lo pequeño. Lao Tse.
La modestia es el complemento de la sabiduria. Bernard le Bouvier.
Cuando somos grandes en humildad, estamos mas cerca de la grandeza. R. Tagore.
La humildad nos permite ver las cosas como son, sin las deformaciones que genera la lente de la vanidad. A. Rovira
La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió. F. de Quevedo.
Uno debe ser tan humilde como el polvo para descubrir la verdad. M. Gandhi.
lunes, 12 de septiembre de 2011
ABRIRSE, PESE A TODO
A veces, nuestro problema con las relaciones es que hemos perdido la confianza en ellas...
Quizás, alguna persona cercana ha traicionado, de alguna forma, nuestra amistad. Después de un hecho así, es comprensible que aparezca el miedo a volver a ser herido.
Entonces, nos cerramos a cal y canto o sólo nos abrimos tras asegurarnos de que la otra persona va a correspondernos. Esa actitud dificulta las relaciones, crea un circulo paranoide en el que todo el mundo acaba protegiéndose de no se sabe bien qué ataque. La solución en esos casos pasa por arriesgarse a dar antes de recibir, abrirse a los demás una y otra vez... Al final, invariablemente, trasmitiremos a los demás la confianza que depositamos nosotros en ellos y las relaciones podrán transformarse en un intercambio de afecto e interés genuino.
Boris Cyrulnik (Neuropsiquiatra y psicoanalista.). Cyrulnik es hoy uno de los psiquiatras más reputados de Europa. Tuvo una infancia dificil tras perder a sus padres en el holocausto nazi. Tras salvarse milagrosamente del genocidio judio, fue un niño de la calle y vivió en un orfelinato, pero logró superar la adversidad y convertirse en un destacado médico. Su vida es un ejemplo de resilencia, la capacidad de sobreponerse a traumas, el fenómeno que investiga y explica en sus libros, éxitos de ventas en Francia y España.
jueves, 8 de septiembre de 2011
domingo, 4 de septiembre de 2011
DARSE TIEMPO
El tiempo está hecho de la misma esencia que la vida, por eso nuestra existencia depende de cómo nos relacionamos con él. Si aprendemos a darnos tiempo y ofrecemos el nuestro a los demás, ganaremos una vida más intensa y verdadera.
El tiempo es la vida misma y de ahí su riqueza y profundidad. El tiempo es el pasar esencial: "pasa el tiempo", "pasa la vida". El tiempo tiene que ver con los ciclos y, por consiguente, con los "retornos": volver al trabajo, volver a casa, volver a empezar... El tiempo es el "buen momento", El momento oportuno. Y el tiempo es también admirablemente. lo que podemos "dar".Si el tiempo no se puede poseer igual que se poseen libros o caramelos, ¿cómo se explica qu se pueda "dar" o "tomar"? No es posible como un recurso acumulable o almacenable, porque el tiempo no es algo exterior a la persona, sino que es uno mismo, la vida de uno mismo; esta es su auténtica riqueza. Si das tiempo a los demás, te estás dando a los demás. Si te lo das a ti mismo, te das a tí mismo para ser más tú mismo. Este e el sentido de darse tiempo. El descanso, el recogimiento, la meditación la serenidad... deben facilitar que cada uno sea más auténtico y no se halle medio perdido y disperso. Análogamente, quien de tiempo a otro lo hace para que este crezca, para que al recibir y aceptar tal don, sea mas él mismo.
El dar tiempo no admite ninguna relación de intercambio. Es un don gratuito. Quien da tiempo no espera nada a cambio, ni recompensa ni compensación alguna: no "se da para", sino que simplemente "se da". Es cosa, por tanto no de justicia, igualdad o economiía sino de gratuidad, generosidad y amor.
Es muy simpática y significativa la anécdota que contaba una maestra de primaria:
"Habiendo sonado ya el timbre que indicaba que la hora del recreo en el patio había acabado, Pablito seguía en la arena, absorto en su juego. Cuando la maestra se acercó a él y le dijo"¡Anda, Pablito, que ya se ha acabado el tiempo|", el niño respondió espontáneamente : "¡Para mí no, señorita, yo todavía tengo|".
Este articulo está basado en "El respirar de los dias" de Josep M. Esquirol.
martes, 16 de agosto de 2011
NO LO SOPORTO
Si hacemos el esfuerzo de buscar las virtudes de los demás, no solo sus defectos, abriremos la puerta a una relación más cordial y saludable.
Todos tenemos rasgos positivos y rasgos negativos. Siempre tendemos a ver solo los positivos en las personas que nos gustan pero, en aquellas que no soportamos, solo vemos lo negativo. No obstante, resulta saludable que, de vez en cuando, reencuadremos el retrato y contemplemos el conjunto; son personas que tienen defectos, pero también virtudes. Esto hará que las percibamos de forma distinta y que nos relacionemos con ellas también de otra manera.
Ver solo los defectos de alguien es como contemplar la mitad de un retrato. Aprender a mirar sus cualidades nos permitirá completar su imagen y reconciliarnos un poco más con ella.
PARA VER EL RETRATO COMPLETO* Busca qué virtudes me puedes reconocer, además de los muchos defectos que me tienes en cuenta. Busca cosas que realmente puedas admirar de mí y que sean importantes para ti.
*Concédeme la posibilidad de cambiar, o al menos de mostrar mi parte más positiva. Si sacas a relucir mis defectos, me los refuerzas. Si reconoces mis virtudes me das confianza para mostrarlas.
* Si me equivoco o si tengo un mal día, no estés al acecho. Dame una oportunidad y regálame tu silencio.
*Piensa que no es necesario que nos gustemos para tener una buena relación. Bastará con que nos veamos en todo el conjunto y que nos aceptemos.
*Y piensa que, si actuamos así, ambos acabaremos mostrando siempre lo mejor de nosotros.
Ferran Ramon-Cortés
jueves, 11 de agosto de 2011
LA RELACION DE LOS OJOS
...EN EL AMOR NO SE TRATA DE ENCONTRAR A ALGUIEN CON QUIEN VIVIR!
SI NO DE ENCONTRAR A ALGUIEN CON QUIEN NO SE PUEDE DEJAR DE VIVIR
Ellos parpadean juntos, se mueven juntos, lloran juntos, ven las cosas juntos y duermen juntos. Aunque nunca, puedan verse el uno al otro... la amistad debe ser exactamente así!
Es posible que no te vea por meses, ni hable contigo, pero tienes que saber que no necesito verte para sentir que estas junto a mí y que nunca estaremos solos.
Por eso...
¿Conoces la relación entre tus dos ojos?Ellos parpadean juntos, se mueven juntos, lloran juntos, ven las cosas juntos y duermen juntos. Aunque nunca, puedan verse el uno al otro... la amistad debe ser exactamente así!
Es posible que no te vea por meses, ni hable contigo, pero tienes que saber que no necesito verte para sentir que estas junto a mí y que nunca estaremos solos.
viernes, 5 de agosto de 2011
CONSTRUIR RELACIONES MADURAS
¿Es posible mantener una relación de pareja duradera, estable y feliz? Si, pero conseguirlo no depende de encontrar a la persona adecuada sino de elaborar conjuntamente un proyecto basado en la reciprocidad, el respeto, el cuidado mutuo, el afecto y la sexualidad. Si construimos estos pilares, disfrutaremos de una relación plena y, ademas, creceremos como personas.
Dos personas que se encuentran son dos entidades plenas, y no dos mitades. Somos seres completos que gozamos de la plenitud del otro y de sus diferencias, no de sus carencias, No obstante, si pensamos que el otro nos dará lo que no tenemos, estamos perdidos, porque nos convertiremos en personas dependientes. Las creencias y expectativas que cada uno traslada a la relación tendrán que ser elaboradas conjuntamente, sin dar nada por hecho o sabido. La pareja es un mundo de posibilidades a explorar, dinámica y cambiante. No hay peor error que dar la relación, una vez establecida, por segura, ni creer que la fase del enamoramiento durará siempre.
Xavier Guix, autor del libro "Ni me explico, ni me entiendes".
Dos personas que se encuentran son dos entidades plenas, y no dos mitades. Somos seres completos que gozamos de la plenitud del otro y de sus diferencias, no de sus carencias, No obstante, si pensamos que el otro nos dará lo que no tenemos, estamos perdidos, porque nos convertiremos en personas dependientes. Las creencias y expectativas que cada uno traslada a la relación tendrán que ser elaboradas conjuntamente, sin dar nada por hecho o sabido. La pareja es un mundo de posibilidades a explorar, dinámica y cambiante. No hay peor error que dar la relación, una vez establecida, por segura, ni creer que la fase del enamoramiento durará siempre.
Xavier Guix, autor del libro "Ni me explico, ni me entiendes".
lunes, 1 de agosto de 2011
Aquí y ahora
Sólo existe el momento presente, el instante presente, o mejor, nuestra consciencia de la existencia en ese instante tan breve que ni tan sólo es cuantificable, porque cuando nos percatamos de él,ya ha pasado.
¿Qué es entonces el aquí y el ahora? Quizá, más que un momento y un lugar, es la presencia que se hace consciente de sí. Simplemente, nuestra consciencia de ser. Porque no somos nuestro nombre, que es una etiqueta; ni nuestro cuerpo, que cambia continuamente; ni las ideas que nuestro pensamiento crea sobre nosotros mismos, tan volubles como una pluma al viento.
Somos, simplemente, presencia, consciencia. La presencia que se da cuenta de que uno piesnsa, siente, vive, es. Esa presencia tan pura y tan simple, tan desnuda y esencial tan obvia, que la acabamos por obviar, por olvidar.
¿Qué es entonces el aquí y el ahora? Quizá, más que un momento y un lugar, es la presencia que se hace consciente de sí. Simplemente, nuestra consciencia de ser. Porque no somos nuestro nombre, que es una etiqueta; ni nuestro cuerpo, que cambia continuamente; ni las ideas que nuestro pensamiento crea sobre nosotros mismos, tan volubles como una pluma al viento.
Somos, simplemente, presencia, consciencia. La presencia que se da cuenta de que uno piesnsa, siente, vive, es. Esa presencia tan pura y tan simple, tan desnuda y esencial tan obvia, que la acabamos por obviar, por olvidar.
¿Por qué, simplementen no nos dejamos ser? ¿Por qué no conectamos con el fluir de la vida aquí y ahora y nos olvidamos de "preocupaciones" futuras y recuerdos del pasado para centrarnos en un universo que se despliega desde nuestro centro esencial? Porque la vida y todas sus posibilidades se encuentran concentradas en toda su potencia en el presente, aquí y ahora y se crean desde ese centro, desde ese yo soy.
Álex Rovira. (Autor de Las palabras que curan)
No lleves nunca a cuestas más de un tipo de problemas a la vez.
Hay quenes cargan con tres:
los que tuvieron,
los que ahora tienen
y los que esperan tener.
Edward Everett Hale
El ayer es dinero gastado.
El mañana es dinero por venir.
Usa, pues, el dia de hoy, que es dinero en efectivo.
Proverbio chino
Haz lo que puedas, con lo que tengas, allí donde estés.
T. Roosevelt
Callando es como se aprende a escuchar;
escuchando es como se aprende a hablar;
y hablando es como se aprende a callar.
Diógenes
La mayoriía de nosotros tenemos tan poco repeto
por la vida, que alcanzamos el punto de la muerte
sin haber viviido en absoluto.
Henry David Thoreau
Angustiado, el discípulo acudió a su maestro y le preguntó:
-¿Cómo puedo liberarme, maestro?
El maestro contestó:
-Amigo mío, ¿y quién te ata?
Cuento Hindú
lunes, 27 de junio de 2011
LA PIEDRA
El distraído tropezó con ellas.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor, construyó con ella.
El campesino, cansado, la utilizó de asiento.
Drummond la poetizó.
David, mató a Goliat.
Y Michelangelo le sacó la más bella de las esculturas.
En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra sino en el hombre………
miércoles, 22 de junio de 2011
LA FUERZA DE LA FRAGILIDAD
Los seres humanos nos sentimos vulnerables ante muchas circunstancias de nuestro día a día. Pero aceptar este sentimiento, en vez de rechazarlo, puede ofrecernos algunas ventajas: mayor sensatez ante los posibles peligros, mayor lucidez para conectar con el presente y mayor satisfacción al disfrutar de la esencia de la vida a pesar de nuestra fragilidad.
"Aunque nos haga sufrir,
la fragilidad
nos anima a
buscar nuestro
refugio particular
y a valorar lo que
de verdad nos
importa"
la fragilidad
nos anima a
buscar nuestro
refugio particular
y a valorar lo que
de verdad nos
importa"
Ser frágil es la posibilidad de venirse abajo cuando se sufren adversidades o pruebas difíciles; venirse abajo o, al menos, quedar marcado por las heridas, lisiado, renqueante, "magullado por la vida". Todos los seres vivos se caracterizan por su vulnerabilidad; es decir, etimológicamente, por su "capacidad" de ser heridos". En las definiciones de vida figura la noción de muerte; aquel que está vivo es aquel que puede morir.
Sin embargo, lo que nos hace frágiles puede enriquecernos; a partir de los estudios realizados en el campo de la psicología del apego, sabemos, por ejemplo, que aceptar el hecho de ser dependientes afectivamente de un número reducido de personas -nuestros allegados- nos va proporcionar, paradójicamente, un mayor sentimiento de libertad y autonomía frente a las existencia.
La fragilidad nos hace también lúcidos. Basta con abrir los ojos y ver a un niño dormir, a un amigo envejecer, sentir pasar el tiempo; y de pronto nos decimos, o, más bien, gritamos:"¡Se acabó comportarse como si mi vida fuera ilimitda! ¡No actuaré más como si fuera a disponer de otras existencias! ¡Ya no viviré como si fuera invulnerable y eterno!". De modo que la lucidez y la fragilidad nos impulsan a la sensatez. Es algo que explica magistralmente el filósofo Clément Rosset: "La alegría verdadera, en efecto no consiste más que en una visión lúcida, pero asumida, de la condición humana; la tristeza es esa misma visión, pero consternada".
¿Qué podemos hacer aparte de comprender y aceptar nuesta vulnerabilidad, aparte de aceptar que nos faltan fuerzas, que estamos hechos de debilidades? Si aceptamos y acogemos nuestra fragilidad, podemos evitar embarcarnos en vanos combates y reservarnos así para los que son necesarios. Aceptándola, comprendemos que habitualmente tenemos necesidad de hallar refugio en otra parte: retirándonos a un ámbito tranquilo, meditando, rompiendo con el mundo de vez en cuando y preguntándonos qué nos gusta en realidad, qué queremos hacer de verdad con nuestra vida. De ahí el enriquecimiento de quien lo ha comprendido y lo ha puesto en práctica: nuesta fragilidad nos fuerza -o, mejor dicho, nos ayuda- a permanecer cerca de lo esencial.
Christophe André -su último libro es "Los estados de ánimo. El aprendizaje de la serenidad"
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