Una
de las elecciones que nos enseña la vida es que nunca se detiene y
que no hay callejones sin salida.
En una concisa
reflexión sobre el arte de vivir, el poeta Robert Frost escribió
“en tres palabras puedo resumir todo lo que he aprendido sobre la
vida: la vida continúa.
Parece un obviedad, pero es importante recordarlo, especialmente en
tiempos de tristeza o dificultad. Hay momentos en los que nuestros
problemas, sumados a las calamidades que cuentan los medios de
comunicación, nos hacen sentir como si estuviéramos en el fin del
mundo. Pero no es real. Estés pasando por un momento afortunado o
infeliz, se trata solo de un capítulo del libro de tu vida. Luego
vienen otros, y nuestra historia está llena de puntos de giro. Como
afirmaba el misionero Vicente Ferrer, “el momento más oscuro de la
noche es justo el instante antes del amanecer”.
Tras un cúmulo de
adversidades,de repente surge una buena noticia, que a su vez lleva a
otra, Entonces se transforma nuestro horizonte existencial.
Un entrenador que
acababa de salir derrotado con su equipo, al término del juego,
dijo: lo bueno del fútbol es que, al cabo de tres días, hay otro
partido. Y lo mismo ocurre con la vida. Da igual lo que haya pasado,
a partir de ahora todo puede suceder.
Contemplar la
existencia con esta temporalidad nos ayuda a relativizar lo bueno y
lo malo. Todo es cambiante, mientras tengamos los pies sobre este
mundo, la vida continúa.
Es una buena
noticia.
La
psiquiatra Marian Rojas explica que, ante la adversidad, muchas
personas se sienten en el fondo de un pozo, sin salida. Si cambiamos
esta imagen por la de un túnel, entenderemos que hay luz al otro
lado. Solo hay que seguir caminando.