El amor sabio conoce las trampas del amor pasional y las rehuye. Sabe que nadie puede colmar todas nuestras expectativas románticas y carencias afectivas. El amor sabio defiende que amarse a uno mismo es el primer paso para compartir con otra persona el sosiego, la paz y el equilibrio de un amor profundo.
Podemos vivir un estado de máxima exaltación, de plenitud ideal mientras seamos correspondidos y nuestra relación viva en el limbo de las promesas cumplidas, pero tiene un enorme riesgo porque, por esa vía alienante de la pasión que nos hace capaces de cualquier renuncia, de cualquier sacrificio por el otro, se abre la puerta a la posibilidad del maltrato, del abuso, si el otro no nos corresponde y quiere sacar partido de nuestra vulnerabilidad.
El buen amor, en cambio, nos hace dignos, nos protege a la hora de poner límites a quien nos daña y no da la fuerza necesariia para acabar la relación y volver a intentar otra con quien lo merezca, nos procura la distancia necesaria para sostenernos cuando estamos solos, nos hace disfrutar de las formas de amor que nos procuran las amistades, nos permite dejar un lugar para cada necesidad, no solamente la de pareja. La posibilidad de disfrutar del amor cuando estamos advertidos de las trampas del amor romántico empieza por la autoestima. Sin ese amor por nosotros que nos hace cuidarnos, no podemos ni respetar ni amar a otros, porque los agobiamos con el peso de nuestras expectativas. ¿Como podemos esperar que otro nos salve si no sabemos sostenernos? Aceptar una necisidad de amor sabio nos defiende de la alienación pasional que puede acabar en un "ni contigo ni sin mi".
El buen amor, en cambio, nos hace dignos, nos protege a la hora de poner límites a quien nos daña y no da la fuerza necesariia para acabar la relación y volver a intentar otra con quien lo merezca, nos procura la distancia necesaria para sostenernos cuando estamos solos, nos hace disfrutar de las formas de amor que nos procuran las amistades, nos permite dejar un lugar para cada necesidad, no solamente la de pareja. La posibilidad de disfrutar del amor cuando estamos advertidos de las trampas del amor romántico empieza por la autoestima. Sin ese amor por nosotros que nos hace cuidarnos, no podemos ni respetar ni amar a otros, porque los agobiamos con el peso de nuestras expectativas. ¿Como podemos esperar que otro nos salve si no sabemos sostenernos? Aceptar una necisidad de amor sabio nos defiende de la alienación pasional que puede acabar en un "ni contigo ni sin mi".
Las decepciones amorosas pueden llevar al descrédito del amor, sumiéndonos en la amargura o la deseperanza si persistimos en lograr lo imposible. En cambio, al renunciar a lo imposible, nuestra fuerza interior es mayor y podemos aceptar parcialidades que multiplican nuestras fuentes de placer. Así, no solo disfrutaremos con una pareja, también nos abriremos a las amistades, al buen trato social y laboral, a la cordialidad...,.distintas formas de amor que hacen que nuestro paso por la vida tenga un andar más cálido y confortable.
Claudia Truzzoli (Psicóloga y psiconalista).