domingo, 18 de septiembre de 2011

EL HOMBRE BLANCO

<<Los hombres blancos viven como crustáceos, en sus casas de hormigón. Todas esas casas de piedra con toda esa gente apiñada, la actividad febril y la suciedad flotando en lo alto sin un simple árbol, sin una mancha de cielo azul o bellas nubes, todo eso junto es llamado "ciudad".¿Están los hombres blancos orgullosos de haber reunido tanta piedra? No lo sé. Los hombres blancos son gente de gustos raros. Sin ninguna razón especial, hacen cosas que les ponen enfermos, pero aún se sienten orgullosos de ellas y cantan odas a su propia gloria.>>


Este es un extracto de la descripción de Europa que hizo el jefe samoano Tuiavii de Tiavea, tras su viaje al viejo continente en la década de 1910. Tuiavii quiso visitar el mundo más allá del Océano Pacifico invitado por su amigo Erich Scheurmaun, un artista y viajero alemán quien vivió una temporada en las islas de Samoa. Sus relatos sinceros de lo que vio al llegar a distintas ciudades de Europa es toda una lección de antropología a la inversa.
<<Los hombres blancos son pobres porque persiguen las cosas como locos. Sin cosas no puden vivir. Si entras en una cabaña europea para cocinar, ves tantos recipientes que es imposible usarlos todos a la vez. Los hombres blancos turban de todos los modos posibles sus mentes pensando que el hombre no puede vivir sin cosas. Cuantas más cosas necesitas, mejor europeo eres. Por eso las manos de los hombres blancos no están nunca quietas. Y ésta e la razón de que sus rostros parezcan a menudo tristes y cansados>>.
El jefe tuiavii quedó estupefacto en su visita al hombre civilizado. En realidad se quedó horrorizado. No podia comprender cómo aquellos hombres y mujeres habían escogido ese modo de vida antinatural que les sumía en el estrés, la tristeza y la violencia. Se dio cuenta de que sólo los niños eran un poco felices en Europa, y ni de cerca tanto como los libres niños samoanos.
El jefe samoano Taivii decía lo siguiente sobre el tiempo y la capacidad de disfrutar:
<<En europa hay realmente muy poca gente que tenga tiempo, casi todos mantienen sus ojos pegados al suelo cuando caminan y balancean sus brazos para llevar mejor el paso. El tiempo les resbala de sus manos como una sepiente, sólo porque intentan siempre agarrarse a él . Siempre quieren manternerlo en sus brazos, apropiarse de él. Pero el tiempo es tranquilidad y paz amorosa, amar y descansar y tenderse en una estera imperturbable. Los hombres blancos no han entendido el tiempo y, por consiguiente, lo han maltratado con sus bárbaras prácticas>>.
Claudio Naranjo (Psiquiatra chileno , ha creado un programa de formación y crecimiento personal (SAT) Seekers After Truth (buscadores de la verdad) y se trabaja con contenidos propios de la psicoterapia y de la espiritualidad.