Cuando nacemos, en nuestro interior ya existe el embrión de lo que será nuestra casa emocional. Al principio solo es una estancia en la que residen emociones básicas imprescindibles para la supervivencia; la ira, que nos proporciona energía para salva obstáculos y lograr objetivos; la tristeza, que nos permite hacer una pausa para digerir una pérdida; la alegría, que nos mueve a repetir aquella situación que nos ha causado un estado tan agradable; el asco, que nos aparta de situaciones, personas y cosas insanas para nosotros... A partir de ahí vamos ampliando nuestra casa emocional y la vamos habitando. ¿Como es en este momento? ¿Es una casa abierta, bien ventilada, acogedora, con espacios libres de barreras, un buen clima emocional, donde las emociones entran y salen de forma fluida? ¿ O más bien es una casa cerrada a cal y canto, con muros defensivos, con pinchos que hacen dificil su acceso, con algunas habitaciones cerradas que retienen emociones prohibidas? En función de cómo sea vamos a gozar de un buen nivel de salud emocional o bien vamos a sentirnos en desequilibrio e infelices.
Escuchar el corazón sopone adentrarse en "la casa de las emociones". Incluso las emociones más desagradables ofrecen informaciones valiosas que si son escuchadas e integradas pueden ayudar a vivir mejor.
Jaume Soler y Mercé Conaglia.
Nos pasamos por la vida sin mirar, y cuando miramos, lo hacemos siempre hacia el mismo sitio. Centramos nuestra atención en las mismas cosas. Siempre metidos en nuestra rutina cotidiana. Y mientras tanto nos perdemos todo lo demas... Hay veces que los árboles no te dejan ver el bosque, pero si lo encuentras, solo tienes que elegir cuál camino escoger, su nombre, DESTINO.
martes, 26 de febrero de 2013
martes, 19 de febrero de 2013
DESEMPEÑAR NUESTRO PAPEL
No se trata de claudicar y apuntarse a un gris conformismo, sino de aceptarse como se es y desempeñar con dignidad el papel que nos ha tocado. Como hizo el peón de este relato:
"Érase un rey muy altivo que despreciaba a sus peones. Se sentía amado por su reina y bien protegido por sus nobles, sus caballerosy su bien construido castillo. Pero pronto la partida se puso en su contra y fue menguando su ejército: perdió a los nobles y a los caballeros y las murallas de su castillo fueron derruidas. En un arrebato de amor servicial, la reina tomó parte en la contienda. Se arriesgó de tal manera que pronto fue hecha prisionera. El rey se vio desamparado ante los continuos ataques enemigos y vino a refujiarse en un rincón del tablero. Mientras tanto, un peón olvidado atravesó las lineas enemigas hasta llegar al otro lado y se convirtió en reina. Acudió en el momento justo para impedir el jaque mate."
Cada cual se mueve por el tablero según sus posibilidades. No se es más feliz por ser mas, sino por contribuir, cada cual a su manera, a ganar la partida. El peón se convirtió en reina, pero no se refugió en su nuevo estado, no se dedicó a vanagloriarse de su buena suerte, no se acomodó a la vida de la corte, no miró por encima del hombro a los que le habian mirado a él de esa manera, sino que acudió solícito a salvar al rey, a ese rey altivo que despreciaba a los peones.
"Érase un rey muy altivo que despreciaba a sus peones. Se sentía amado por su reina y bien protegido por sus nobles, sus caballerosy su bien construido castillo. Pero pronto la partida se puso en su contra y fue menguando su ejército: perdió a los nobles y a los caballeros y las murallas de su castillo fueron derruidas. En un arrebato de amor servicial, la reina tomó parte en la contienda. Se arriesgó de tal manera que pronto fue hecha prisionera. El rey se vio desamparado ante los continuos ataques enemigos y vino a refujiarse en un rincón del tablero. Mientras tanto, un peón olvidado atravesó las lineas enemigas hasta llegar al otro lado y se convirtió en reina. Acudió en el momento justo para impedir el jaque mate."
Cada cual se mueve por el tablero según sus posibilidades. No se es más feliz por ser mas, sino por contribuir, cada cual a su manera, a ganar la partida. El peón se convirtió en reina, pero no se refugió en su nuevo estado, no se dedicó a vanagloriarse de su buena suerte, no se acomodó a la vida de la corte, no miró por encima del hombro a los que le habian mirado a él de esa manera, sino que acudió solícito a salvar al rey, a ese rey altivo que despreciaba a los peones.
jueves, 14 de febrero de 2013
EL SECRETO DE LAS PAREJAS FELICES
Las parejas felices existen también fuera de las películas y las novelas. No es que no tengan problemas, sino que han sabido relacionarse bien con la realidad para alcanzar una convivencia plena, algo que se puede resumir con estrategias para resolver los inconvenientes que la vida presenta y que son el secreto para construir relaciones sólidas y gratificanates.
El hecho de ser feliz no quita la discusión o el enfado, lo importante es que aprendamos a escuchar y, sobre todo, a ser tolerantes y saber actuar con respeto. Ser una pareja feliz no significa vivir una historia de cuento, sino saber afrontar ambos los problemas como dos personas maduras.. La pareja debe ser alguien que te entienda de verdad, que sea tu confidente y un buen amigo. La pareja feliz está formada por dos personas que saben pedir perdón de verdad, tolerar sus diferencias y afrontar sus problemas sin hacerse daño el uno al otro. Ser feliz es una actitud ante la vida, ante tu vida. Es vivir con la certeza de que estás haciendo lo correcto y que si en la relación de pareja encontramos un obstáculo, sabremos tolerarlo, afontarlo y solucionarlo.
El hecho de ser feliz no quita la discusión o el enfado, lo importante es que aprendamos a escuchar y, sobre todo, a ser tolerantes y saber actuar con respeto. Ser una pareja feliz no significa vivir una historia de cuento, sino saber afrontar ambos los problemas como dos personas maduras.. La pareja debe ser alguien que te entienda de verdad, que sea tu confidente y un buen amigo. La pareja feliz está formada por dos personas que saben pedir perdón de verdad, tolerar sus diferencias y afrontar sus problemas sin hacerse daño el uno al otro. Ser feliz es una actitud ante la vida, ante tu vida. Es vivir con la certeza de que estás haciendo lo correcto y que si en la relación de pareja encontramos un obstáculo, sabremos tolerarlo, afontarlo y solucionarlo.
lunes, 11 de febrero de 2013
EL TUNEL EN LA PARED
Así como en un gancho pintado en la pared sólo se puede colgar un sombrero también pintado, en una vida hecha de sueños sólo se puede soñar con ser feliz. A menudo parece que la felicidad real se nos esfuma, como la libertad al preso de este microrrelato:
"Dibujó un túnel en la pared y salió de la celda en un tren hecho de sueños."
Aquel túnel no le sirvió para salir de la prisión, aunque sí para evadirse de tanto en tanto de la cruda realidad. Probablemente, cada vez que se quedara mirando el túnel dibujado en la pared, se montaría en su tren y se marcharía muy lejos, quizá hasta su hogar. Esas fugas irreales le mantenían vivo y esperanzado; probablemente ésa era la única forma que tenía de sentirse libre; seguramente eso le hacía sentirse feliz.
Él mismo ha pintado el túnel en la pared de su celda, por eso sabe que la celda es real. A pesar de que quiere negar la realidad con todas sus fuerzas, la acepta. No le queda otro remedio.
No puede abrir un boquete en el muro y escapar; lo único que puede hacer es dibujarlo. Sabe que eso no le sacará de la cárcel, pero sí le ayudará a no perder la esperanza.
Tal vez aquel preso anónimo fue feliz porque contaba con la realidad y supo poner la felicidad ideal en su justa medida. Asumió su problema y lo intentó superar dibujando un túnel en la pared.
"Dibujó un túnel en la pared y salió de la celda en un tren hecho de sueños."
Aquel túnel no le sirvió para salir de la prisión, aunque sí para evadirse de tanto en tanto de la cruda realidad. Probablemente, cada vez que se quedara mirando el túnel dibujado en la pared, se montaría en su tren y se marcharía muy lejos, quizá hasta su hogar. Esas fugas irreales le mantenían vivo y esperanzado; probablemente ésa era la única forma que tenía de sentirse libre; seguramente eso le hacía sentirse feliz.
Él mismo ha pintado el túnel en la pared de su celda, por eso sabe que la celda es real. A pesar de que quiere negar la realidad con todas sus fuerzas, la acepta. No le queda otro remedio.
No puede abrir un boquete en el muro y escapar; lo único que puede hacer es dibujarlo. Sabe que eso no le sacará de la cárcel, pero sí le ayudará a no perder la esperanza.
Tal vez aquel preso anónimo fue feliz porque contaba con la realidad y supo poner la felicidad ideal en su justa medida. Asumió su problema y lo intentó superar dibujando un túnel en la pared.
lunes, 4 de febrero de 2013
EL CUENTO QUE NADIE LEÍA
Había una vez un cuento que nadie leía, por lo que se sentía solo, triste, abandonado. Pasaron meses y años, pero seguía sin ser leído. Un día se le acercó un cuento muy viejo, que parecía alguien importante, que le dijo:
-Si nadie te lee, tendrás que ir al olvido.
-¿Al olvido?, preguntó asustado.
-Sí -respondió el cuento viejo-. Es el cementerio de los cuentos. Allí descansarás para siempre. El desdichado cuento agachó la cabeza y con inmensa tristeza se encaminó hacia el olvido... Pero llegaste tú y lo salvaste.
El lector podría no haber leido el cuento y condenarlo al olvido, pero no lo hizo y le dio vida a ese pequeño cuento.
Si el mero acto de leer un cuento lo puede salvar del olvido, qué no lograrán el resto de nuestras obras. Cualquier acción, por banal que nos parezca, tiene una fuerza insospechada y la tiene por el mero hecho de ser real, todo está interconectado -así es la realidad- y si lo que nosostros hacemos puede afectar a los otros, lo que otros hacen puede influir en nuestras vidas. Lo llaman efecto mariposa.
-Si nadie te lee, tendrás que ir al olvido.
-¿Al olvido?, preguntó asustado.
-Sí -respondió el cuento viejo-. Es el cementerio de los cuentos. Allí descansarás para siempre. El desdichado cuento agachó la cabeza y con inmensa tristeza se encaminó hacia el olvido... Pero llegaste tú y lo salvaste.
El lector podría no haber leido el cuento y condenarlo al olvido, pero no lo hizo y le dio vida a ese pequeño cuento.
Si el mero acto de leer un cuento lo puede salvar del olvido, qué no lograrán el resto de nuestras obras. Cualquier acción, por banal que nos parezca, tiene una fuerza insospechada y la tiene por el mero hecho de ser real, todo está interconectado -así es la realidad- y si lo que nosostros hacemos puede afectar a los otros, lo que otros hacen puede influir en nuestras vidas. Lo llaman efecto mariposa.
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