Desarrollando una idea que ya
mencionaba san Agustín, el poeta filósofo Joan Marargall(186-1911)
destilaba la esencia de la vida con estas palabras: “Amar, esto es
la vida. Amar hasta el punto de poder darse por lo amado. Poder
olvidarse a sí mismo, esto es ser uno mismo; poder morir por algo,
esto es vivir... Ama, y haz lo que quieras. Amar es pues la causa, la
seña y la justificación de la vida... Ama tu oficio, tu vocación,
tu estrella, aquello para que sirves, aquello en que realmente eres
uno entre los hombres. Esfuérzate en tu quehacer como sí de cada
detalle que piensas, de cada palabra que dices, de cada pieza que
compones, de cada golpe de tu martillo, dependiera la salvación de
la humanidad. Porque depende, créeme”.
Nos pasamos por la vida sin mirar, y cuando miramos, lo hacemos siempre hacia el mismo sitio. Centramos nuestra atención en las mismas cosas. Siempre metidos en nuestra rutina cotidiana. Y mientras tanto nos perdemos todo lo demas... Hay veces que los árboles no te dejan ver el bosque, pero si lo encuentras, solo tienes que elegir cuál camino escoger, su nombre, DESTINO.
domingo, 21 de diciembre de 2014
viernes, 12 de diciembre de 2014
SOLOS EN COMPAÑIA
Hablar con los demás a distancia,
tecleando en una pantalla que nos cabe en el bolsillo, es algo cada
vez más común. Y queriendo huir del aislamiento, acabamos estando
solos a pesar de tener a otras personas a nuestro lado. Ponernos
algunos límites nos permitirá volver a disfrutar de las
conversaciones que nos nutren y ayudan a crecer.
Vivimos tres fantasías gratificantes
fruto de nuestros dispositivos móviles: que podemos controlar
nuestra atención y depositarla donde más nos interesa, que siempre
habrá alguien escuchándonos y que nunca estaremos solos. Tres
creencias profundamente dañinas: nada tiene de malo estar y sentirse
solo en algún momento; no siempre tiene por qué haber alguien
escuchándonos; y no podemos controlar constantemente hacia dónde
dirigimos nuestra atención.
Deberemos encontrar el punto de
equilibrio.
Rosa Rabbani (Dra. Psicología)
miércoles, 3 de diciembre de 2014
PASIÓN
El mejor dibujo de una rosa no huele a
rosa. Todo lo que pueda decirse del amor es nada si nunca lo has
sentido. Es la emoción y el compromiso con la vida lo que le concede
sustancia a lo vivido. La pasión es la energía de la acción, el
combustible de tus músculos. El fuego sagrado de tu conducta.
Sin la pasión, seguirás siendo un
espectador impávido de tu existencia, aunque ayer, hoy y mañana
estés en el centro del escenario. Y aunque todos te aplaudan o te
abucheen, tú no estarás allí si en tu papel de cada momento no
está involucrado el corazón.
Jorge Bucay
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