lunes, 26 de septiembre de 2011

DESAPEGO OTOÑAL

En otoño, la naturaleza parece desprenderse de lo que no es esencial. Siguiendo sus pasos, también nosotros podemos soltar, desapegarnos de las formas de ser que ya no nos sirven y buscar un espacio de introspección en el que prepararnos para renacer.

En el mundo de hoy, sobre todo en las ciudades, las prisas y la tecnología nos hacen a veces olvidar en qué momento del ciclo anual nos encontramos.
Tal vez algo se encoge en nuestro corazón -el otoño se asocia tradicionalmente a la melancolía- Nos retiramos del mundo exterior, física y psicológicamente, y nos volvemos hacia el interior. Pasamos menos tiempo al aire libre y estamos más en casa, dedicados a actividades menos energéticas que las del verano: leemos, conversamos y podemos volver a gozar del fuego del hogar.
En otoño, la naturaleza practica el desapego y se desprende de lo que no es esencial. A nosotros también nos corresponde soltar lo que ya no necesitamos, desapegarnos de las formas de ser que ya no dan fruto, encontrar un lugar de calma interior y prepararnos para empezar de nuevo. . Si es necesario, podemos soltar relaciones marchitas, despidiéndonos de manera genuina, con agradecimiento y responsabilidad.
Que el otoño te ayude a soltar lo que ya no te sirve, a reforzar tu interior y a prepararte para renacer en un mundo transformado.
Este texto son fragmentos escogidos por mí de un articulo de Jordi Pigem (Doctor en filosofía y autor de : Valores para un mundo en transformación)