viernes, 15 de noviembre de 2013

SABIDURÍA UNIVERSAL

Ahora que los mercados prevalecen sobre las personas y que la Tierra peligra por las malas políticas ambientales, ¿cómo podemos ejercer de factor de cambio?

En el fondo Gandhi tuvo una idea muy profunda cuando dijo. "Sé el cambio que deseas ver en el mundo". No podremos cambiar el mundo, que es tan complejo, a través de una intervención externa, una revolución política, institucional... Es muy complicado. Hoy lo único que hará cambiar el mundo y lo mejorará es la conversión interna, porque habrá cada vez más individuos  responsables, conscientes, que desarrollen una vida interior, y poco a poco, entre todos, desarrollar una sabiduría universal que pueda llegar a provocar el giro.
Frédéric Lenoir (El alma del mundo)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

LAS PAUSAS DE LA VIDA

Se dice que lo que da identidad a la música no es la sucesión de notas, sino las pausas que encierra. Las pausas son esas milésimas de segundo, cuando desaparecen las vibraciones de una nota, antes de que aparezca otra, en las que hay un minúsculo espacio de tiempo sin sonidos. La música toma su carácter en estos mágicos intervalos y es en estas pausas inapreciables donde se apoyan las notas y le infunden alma. Lo mismo ocurre con las pequeñas pausas de la vida.
A menudo se vive inmerso en la vorágine de una rutina diaria, siempre con prisas y corriendo, sin tiempo libre, repleta de obligaciones de las que no nos podemos abstraer. La mayoría de días están dedicados a un sinfín de actividades que nos hacen olvidarnos de nosotros mismos. En esta rutina es preciso detenerse, concederse un tiempo, acaso basten unos minutos para descubrir nuestra esencia extraviada. No necesitamos permiso de nadie para hacer una pequeña pausa o dibujar un paréntesis. Hay que saber poner distancia y prestar atención a lo que nos rodea. No es necesario hacer nada importante : contemplar el cielo, observar a través de la ventana, o escuchar las gotas de lluvia tras los cristales. Esos diminutos momentos de abstracción y de ensimismamiento son, al igual que en una pieza musical, los que dan sentido a la vida y sirven para retomar la rutina.

jueves, 31 de octubre de 2013

SIN MIEDO A LA MUERTE

Todos hemos vivido o viviremos la experiencia de la muerte de los demás, y nos conmociona especialmente la de nuestros familiares y amigos.
El temor a la muerte es innato en el hombre. Desde que comprendió que los demás son otro yo y que todos pueden desaparecer, se despertó inmediatamente su angustia ante este fenómeno brutal e incomprensible contra el que está totalmente desprotegido.

La mejor estrategia que he elegido para no sentir la angustia de la muerte es aumentar la autoestima, el aprecio por mi vida y todo lo que comporta, como si su completa apreciación fuera un mecanismo que permite llegar a aceptar también la muerte.
Todo lo que sabemos nos enseña que vivir es una oportunidad, a menudo a pesar de la enfermedad y la minusvalía. Creyentes, agnósticos o ateos, lo esencial es la vida que elegimos. Esta puede ser plena y gozosa si respetamos a los demás, si somos altruistas, capaces de ayudar, de comprender y de remediar el sufrimiento de los demás. 

Creo que sobreviviré un tiempo más o menos largo si mi recuerdo, mi impronta, permanece en la mente de algunos. Debemos cultivar siempre la alegría de vivir, apreciar el momento presente, no lamentar el pasado, saber conservar la libertad interior.
En el torbellino de la vida, reservarse un tiempo para uno mismo, para la reflexión o la meditación, es indispensable.
Gilbert Lagrue. Su testimonio forma parte de "Los secretos de los psicólogos" editado por Christophe André

domingo, 27 de octubre de 2013

EL DINERO Y LA MATERIA

 Los aspectos materiales de la vida son los que frecuentemente la hacen más pesada, los que esclavizan más, sea en forma de hipoteca o en las necesidades del consumo. Muchas personas  cargan con bienes de todo tipo y, sobre todo, con la necesidad de mostrarlos y el miedo a perderlos. Llevar a la espalda un saco y aferrarse a él en la vejez es un tema clásico: soy lo que he conseguido acumular. Sabemos que el cementerio es el campo de la igualdad y aun en él intentamos distinguirnos...
Vivir así es vivir de alguna manera fuera de la física de la materia, tal como hoy se
conoce. Lo que parece sólido, dicen, no son más que un conjunto de átomos que se mantienen cerca con una estructura determinada durante cierto tiempo. Esa es la mecánica de nuestra vida. Lo importante son las vivencias que tenemos en una casa, no si esa casa es de propiedad o alquilada. Lo único nuestro y que nadie nos puede quitar son las experiencias vividas bajo ese techo, lo compartido allí. Los ladrillos fueron de alguien antes y serán de otra persona después. Quienes habiten ese espacio lo decorarán de un modo dispar y llevarán un estilo de vida único. Por eso, si las piedras hablaran mostrarían ante todo lo maravilloso y sencillo de la vida.
Cuesta admitir socialmente que la riqueza está hecha de materia tan ligera como las experiencias, aunque en su fuero interno todo el mundo lo presienta o lo sepa. Sin embargo, adoptar ese criterio de riqueza tiene muchas ventajas. Incluso permite tratar la riqueza material de otra manera: efímera como la propia vida. Permite dar valor a algo tan inmaterial y volátil como el amor, capaz de dar un vuelco a vidas que parecen totalmente asentadas. Las deudas pesan. Por eso cancelarlas y evitarlas en el futuro debería constituir una prioridad, no una esclavitud. Si se tienen, conviene elaborar una lista y establecer un plan con las posibilidades reales para asumirlas, contando con que difícilmente se resolverán en poco tiempo. Si eso se revela imposible hay que visualizar un nuevo escenario, por catastrófica que sea la situación, y empezar a vivir con un nuevo guión. De hecho, mientras estamos vivos nada ha concluido, incluso la ruina puede ser otro motor de evolución. En ocasiones no tener nada que perder es una oportunidad para simplificar la vida y ser libres.

viernes, 18 de octubre de 2013

MEDITAR EN LA CIUDAD

Encontrar momentos de silencio interior no depende del lugar donde nos encontremos, sino de entrenar nuestra capacidad de atención plena.
Quien más quien menos ha logrado instantes de paz mental en la naturaleza, con el sonido del mar, de los pájaros. Quizá algunos de esos momentos han sido meditativos: la mente concentrada en una sola cosa. Lo aparentemente difícil es integrarlos en el día día, y en la gran ciudad.




Cuando empezamos a meditar, partimos de la idea de que vamos a buscar un estado de tranquilidad, de bienestar, consideramos que para alcanzarlo tenemos que encontrarnos en un medio acorde, como el silencio. Pero en la ciudad podemos enfocarlo de otro modo, sustituyendo la frase "Voy a buscar un estado de tranquilidad" por "Voy a abrirme a lo que hay. A lo que, sencillamente, es".
Todo está hecho de la misma realidad. Lo que pretendemos con la meditación es pasar del mundo mental al de la experiencia. Lo podemos lograr en cualquier circunstancia. El mundo mental etiqueta conceptos("ruido","coche","taladro","trafico"), pero logramos meditar cuando nos olvidamos de ellos.
Gaspar Hernández

domingo, 13 de octubre de 2013

COMUNICARSE SIN VIOLENCIA

Cuando somos conscientes de cómo nos comunicamos, vemos los tics del lenguaje o los prejuicios con que a veces teñimos la realidad. Las palabras, y sobre todo la escucha atenta, brindan un campo inmenso de posibilidades para cultivar lo mejor de uno mismo.
 Cada persona es un mundo en sí misma y a la vez está unida a las otras. Esto implica que para disfrutar de relaciones armoniosas es necesario que reine la paz en nuestro interior. "Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo", dijo Gandhi. Tratarse a uno mismo de una manera diferente a la habitual supone un acto revolucionario. ¡Miremos cómo nos hablamos cuando actuamos de una manera que no nos gusta! ¡Con qué estrechez de miras podemos percibir entonces las situaciones! Por eso es tan importante aprender a cultivar un actitud de escucha y de comprensión auténtica.
PILAR DE LA TORRE

jueves, 3 de octubre de 2013

LA TRAYECTORIA VITAL

Fijarse en qué hace uno mismo y en qué hacen los demás para afrontar las situaciones complicadas y animarse a probar nuevas estrategias con actitud de explorador es la clave para ampliar los propios recursos y aprender con ello. Nada de todo eso resulta posible sin la acción y sin asumir retos vitales.
 Conviene recordar que nadie puede transitar por la vida sin desgastar sus zapatos -ni siquiera la piel de un recién nacido está intacta-. Vivir conlleva, inevitablemente, acumular cicatrices en la piel del alma; heridas de antaño que dan fe de dificultades, obstáculos, retos que la persona ha afrontado para seguir adelante, desarrollarse, crecer. Considerados en su conjunto, estos desafíos otorgan, además, la oportunidad de alcanzar cierta sabiduría.
Begoña Odriozola (psicologa)

martes, 24 de septiembre de 2013

CON LOS PIES DESCALZOS

A veces se nos olvida que en este planeta solo somos unos huéspedes. En ese viaje podemos andar ligeros o dedicarnos a llenar la mochila. Cuando flaquean las fuerzas o el ánimo, toca rehacer el equipaje y plantearse a dónde nos gustaría llegar.
Qué necesitamos para vivir? La lista es interminable o ¡muy corta! El cuerpo ya va haciendo con oxígeno, agua, comida, descanso y un poco de estímulo sensorial. 


Si no enferma, es un vehículo que nos lleva milagrosamente por esta existencia. Camina, carga, adopta expresiones, realiza trabajos de precisión, baila, nada o escala y es capaz de hazañas prodigiosas.
Para aligerar nuestra vida cuando esta nos oprime bajo su peso es útil comprender que nuestra existencia en este planeta, en esta realidad, es efímera e inmaterial. Nacemos y morimos, la prioridad es experimentar intensamente lo que hay entre medio. Cada ser humano tiene una forma única de vivirlo. Somos pasajeros de nuestro cuerpo, que nos puede llevar a disfrutar del propósito de nuestra vida mientras no lo dejemos aplastado bajo los deseos de otros y las inercias sociales. Tratémoslo bien y escuchemos sus señales; el cuerpo casi siempre nos avisa cuando estamos tomando la decisión equivocada.
Llegamos a la vida vulnerables y con los pies descalzos y así podemos continuar. Esto nos permite pisar suave y se expresará en todos los ámbitos de nuestra vida, desde cómo tratamos a los demás a qué hacemos con la basura de nuestra casa. Pasar por el planeta sin dejar huella, simplificando al máximo nuestra existencia, es además un buen propósito para el mundo actual pisoteado por botas de acero.

lunes, 16 de septiembre de 2013

ABIERTO POR REFORMAS

Los grandes cambios requieren un periodo de introspección
El cartel de "Cerrado por reformas" también podría tener significado en circunstancias donde no intervienen profesionales de la construcción. Nos referimos a esas situaciones en las que lo que se reforma no es un lugar abierto al público sino un espacio interior o incluso una forma de vivir. No cabe duda de que una enfermedad grave, una depresión o una operación quirúrgica imponen una pausa en las actividades cotidianas. Lo obligado en tales casos es bajar la persiana y restringir lo que no sea esencial, mientras se halla el modo de salir adelante.

Pero no es preciso tener que afrontar una situación de ese tipo para reducir el contacto con el mundo mientras se gesta un nuevo orden. Unas vacaciones o una indisposición repentina también ofrecen la posibilidad de ganar claridad y mejora hábitos o actitudes.
Cada noche, durante el sueño, nos recluimos en nosotros para reconstruirnos a múltiples niveles -ciertas mañanas nos despertamos literalmente renovados-. Quien practica meditación, yoga o taichí explora voluntariamente sus paisajes interiores, tan variados como asombrosos. La persona que acude a terapia psicológica se adentra en un espacio desde el que puede cuestionar y reorganizar cualquier faceta de su vida.
Suele haber un antes y un después del "Cerrado por reformas". El gusano que ha tejido un capullo en el que se recoge hasta devenir mariposa bien podría colgar ese letrero fuera.

martes, 11 de junio de 2013

LOS TESOROS DEL MAR

Si la vida en este planeta parece fruto del encuentro entre la energía del sol y la materia de la tierra, el mar bien podría encarnar el papel de fluida placenta. Sus aguas alumbraron las primeras especies. A él van a parar incluso las laderas de las montañas, arrastradas por los ríos, y de su lecho han emergido las cordilleras más esbeltas que cabe admirar. El fondo de los océanos es una gran asignatura pendiente para la ciencia. Ignoramos casi todo lo que se gesta a partir de cierta profundidad.Y eso podría ser también válido para uno mismo. Henri Laborit comparaba la mente con un océano en calma del que apenas somos conscientes de la leve espuma que se forma en la superficie.
Quizá haya riquezas incalculables ahí abajo, pero cruzar la orilla suscita inquietud. El trabajo psicológico o una terapia psicolocorporal ofrecen herramientas para explorar bajo la fachada de la mente o de la piel. 
De vez en cuando algún "tesoro" aflora a la superficie y queda expuesto a la luz de la conciencia. Entonces aumenta nuestra comprensión de quiénes somos o qué estamos haciendo en este mundo. Que estos meses de buen tiempo deparen felices hallazgos para todos.
 
"En lo más profundo del mar se encuentran riquezas incalculables. Pero si buscas la seguridad, ¡quédate a la orilla!-
Saadi de Shiraz, poeta sufí del siglo Xlll.