Los
grandes cambios requieren un periodo de introspección
El
cartel de "Cerrado por reformas" también podría tener
significado en circunstancias donde no intervienen profesionales de
la construcción. Nos referimos a esas situaciones en las que lo que
se reforma no es un lugar abierto al público sino un espacio
interior o incluso una forma de vivir. No cabe duda de que una
enfermedad grave, una depresión o una operación quirúrgica imponen
una pausa en las actividades cotidianas. Lo obligado en tales casos
es bajar la persiana y restringir lo que no sea esencial, mientras se
halla el modo de salir adelante.
Pero
no es preciso tener que afrontar una situación de ese tipo para
reducir el contacto con el mundo mientras se gesta un nuevo orden.
Unas vacaciones o una indisposición repentina también ofrecen la
posibilidad de ganar claridad y mejora hábitos o actitudes.
Cada
noche, durante el sueño, nos recluimos en nosotros para
reconstruirnos a múltiples niveles -ciertas mañanas nos
despertamos literalmente renovados-. Quien practica meditación, yoga
o taichí explora voluntariamente sus paisajes interiores, tan
variados como asombrosos. La persona que acude a terapia psicológica
se adentra en un espacio desde el que puede cuestionar y reorganizar
cualquier faceta de su vida.
Suele
haber un antes y un después del "Cerrado por reformas". El
gusano que ha tejido un capullo en el que se recoge hasta devenir
mariposa bien podría colgar ese letrero fuera.