En un mundo donde
manda la inmediatez, como si todo se hubiera de conseguir por arte de
magia, nos hemos olvidado de la verdadera magia,
la constancia, la misma que gota a gota, termina por horadar
la roca más dura. Esa magia está, sí, al alcance de todos. Solo
debemos practicarla, pero hacerlo día a día. Esa es la única
condición.
¿Por qué no usar
aquello que nos ha hecho crecer en todos los sentidos? Porque gracias
a la constancia aprendimos a leer, a escribir, a relacionarnos con
los demás, a construir un amor verdadero a ser especialistas en
cualquier tema. Sin duda, todo lo importante que poseemos es fruto de
esa constancia que, ahora, empujados por la inmediatez no valoramos
de la forma que se merece, es decir, con la responsabilidad de quien
tiene un poder entres su manos. Es el momento de volver a crecer en
la magia. Ha llegado la hora de crear a partir de esa magia y
conseguir aquellas cosas que son importantes para nosotros, y hacerlo
de manera duradera.
GABRIEL
GARCÍA DE ORO (Filósofo y escritor)