Vivir es nacer a cada instante.
Nuestras células se renuevan continuamente, y eso deberíamos hacer
también nosotros. La ciencia del siglo xxi muestra que todo lo vivo,
desde el nivel celular, está dotado de sensibilidad. Y de algún
tipo de inteligencia. Podemos llamarla inteligencia vital. La
inteligencia connatural a todo lo viviente. No hay vida sin
inteligencia ni inteligencia sin vida. Darnos cuenta de ello es una
invitación a reconciliar la vida y la inteligencia, el cuerpo y la
mente, y a reencontrar nuestro lugar en el mundo.
Jordi Pigem (filósofo)