La prisa hace como si lo que tenemos
entre manos fuera algo sin valor que conviene quitarse de encima. Es
como intentar mejorar la vida huyendo de ella y alimenta la idea de
que nos perdemos algo.
Nos pasamos por la vida sin mirar, y cuando miramos, lo hacemos siempre hacia el mismo sitio. Centramos nuestra atención en las mismas cosas. Siempre metidos en nuestra rutina cotidiana. Y mientras tanto nos perdemos todo lo demas... Hay veces que los árboles no te dejan ver el bosque, pero si lo encuentras, solo tienes que elegir cuál camino escoger, su nombre, DESTINO.