Hay personas que viven la vida mirando
siempre atrás, otras que miran hacia delante y otras que miran hacia
el suelo. Hay personas que deciden volver a empezar, y eso está muy
bien, pero no se puede empezar de cero: es un gran engaño.
De cero no se empieza. Pues te guste o
no empezaste cuando naciste, y de eso, a no ser que me estés leyendo
con tres meses de vida, ya hace demasiado tiempo.
El pasado puede ser una carga imposible
de sobrellevar si lo tomas como el saco donde tiras todo aquello que
no te gusta de ti o los acontecimientos de los que no estás
satisfecho. Recuerda que en los sacos y en los trasteros dejamos todo
aquello que nos estorba y nos molesta.
Recicla tu pasado: que no sea nunca el
baúl desastre. Reconciliarte con él y convierte tu pasado en un
tesoro de experiencias con conclusiones diferentes. Convierte tu
pasado en tu apasionante historia. Llena de alegrías, de tristezas,
de aventuras más o menos afortunadas, de carreras y de huidas, de
amores y desamores... Haz de tu pasado un libro que explique con
comprensión, con delicadeza y con amor la historia de una gran
persona: tú.