Todas las estructuras que hacen que el
mundo de hoy sea insotenible han nacido y crecido en la mente humana
-y es en primer lugar donde podemos trasformarlas.-. Tal y como
declara el Artículo 1 de la Constitución de la
Unesco, “dado que las guerras comienzan en las mentes de los
hombres, es en las mentes de los hombres donde hay qu construir los
baluartes de la paz”. También es en las mentes de los
hombres y las mujeres donde hay que construir los baluartes de la
sostenibilidad.
Nuestra plenitud personal y el bien
común de la sociedad están mucho más ligados a
valores intangibles -como las relaciones personales, la alegría
de vivir, el tiempo libre y la creatividad- que a los bienes
materiales. Como escribía Antonio Machado, “todo necio
confunde valor y precio”.
Nuestra sociedad utiliza muchos más
recursos de los que haya usado nunca otra cultura y, sin embargo, no
consigue un nivel de satisfacción y plenitud claramente
superior. Como señala el Dalái Lama, la incidencia de
la ansiedad, el estrés, la confusión, la indecisión
y la depresión entre aquellos que tienen sus necesidades
básicas aseguradas muestra que nuestras verdaderas necesidades
van más allá del consumismo y el materialismo.
“La felicidad está mas
vinculada a la practica de valores como la solidaridad que a la
posesión de bienes materiales.”
Sabemos que el bienestar verdadero no
depende de la acumulación de posesiones materiales sino de
desarrollar una vida llena de sentido en un contexto social
cooperativo y en armonía con un entorno natural que mantenga su
integridad. Para conseguir una sociedad sostenible, es necesario
desvincular nuestra identidad de los bienes materiales (de basar la
autoestima no en el tener sino en el ser,desarrollando una identidad
màs participativa, más fluida y más consciente
de nuestra interdependencia con el resto del mundo.
Una de las manifestaciones más
fructíferas del amor es la gratitud. Podemos sentirnos
agradecidos por vivir en este mundo que desborda nuestra comprensión,
y por vivir en este momento histórico, con sus retos y
oportunidades. Los valores que sirven de antídotos a las
dinámicas insostenibles de hoy son tambíen los que contribuyen a la verdadera felicidad personal y a la cohesiòn
social. No se trata de escoger entre sostenibilidad ambiental,
armonía social y plenitud personal. Nos encontramos en una
encrucijada en la que todo lo que contribuye a la responsabilidad
global, social y ecològica contribuye también al
bienestar personal. El verdadero bienestar es estar bien, contigo y
con el mundo. Y fluir con lo que pide cada momento.
Apuntes basados en el libro de Jordi
Pigem “Valores para un mundo en transformación.