domingo, 8 de noviembre de 2020

QUERIDA MUERTE

 

Durante este tiempo de incertidumbre y confinamiento muchas personas te miraron a los ojos aterradas antes de marcharse contigo. Te supo mal verlas tan solas. Sabías que no era por ti tanto miedo, sino más bien por ese abismo ante lo desconocido que tan pocos nos gusta a los seres humanos transitar a solas. 

Porque tú nos conoces desde siempre. Nos has visto soñar y también tener pesadillas. Y guardas esa última historia que contarnos, sin prisas, con mimo y tantos detalles… Porque bien sabes que así, a fuego lento, es cómo todos los corazones, por más cerrados que llegaran a tus brazos, se abren. Y que a veces ocurre el milagro e incluso quienes vivieron ciegos o ciegas ante lo verdaderamente importante, al fin, comprenden. 

Cristina Romero