El escritor Gabor
Maté asegura que tanto Buda como Jesús renunciaron al poder porque
ya gozaban de su poder interno y con ello les bastaba. Para “ser”,
para decir “que sí” a la vida con mayúsculas, también se trata
de renunciar al poder y trascender nuestro ego. El ego es ese
conjunto de mecanismos y defensas que construimos en nuestra infancia
para sobrevivir a nuestro entorno familiar y lograr que nos quieran.
La gran paradoja es que cuanto menos tú eres, más tú estás
siendo.
Mireia Darder-Sílvia
Díez