Mostrarnos como somos no es, por
cierto, un acto de magia ni un dictamen de la voluntad. Se trata de
la consecuencia de un viaje interior, aquel en el cual nos proponemos
navegar en el universo de
nuestro ser, abiertos a lo que encontramos
en él, deseosos de conocerlo y recibirlo con aceptación. Quien se
conoce no se teme y quien no se teme tampoco teme a la mirada de los
demás. Solo de este modo se abre ante ellos con toda su verdad.
Sergio Sinay