lunes, 6 de abril de 2015

LA CAPACIDAD DE FLUIR

Estar disponible y vivo significa fluir con lo que viene. Esto nos lleva a tener otra percepción del tiempo, a olvidarnos del yo y a experimentar una felicidad mucho más profunda que la simple obtención del placer-como por ejemplo el que brindan la comida o el sexo.
Para que podamos fluir es necesario que haya un equilibrio entre nuestras habilidades y los desafíos a que nos enfrentamos. Es decir, ni tareas demasiado fáciles, que llevan a aburrimiento, ni tareas demasiado complicadas, que provocan estrés.
Si concentramos nuestra energía y atención en planes y objetivos que elegimos y sentimos que vale la pena realizar, llegaremos a disfrutar mucho más de cada momento con lo que hacemos. Se trata, por tanto, de entrenarse a fluir no solo en lo que nos gusta sino también en lo cotidiano y rutinario. “No solo tienes que soportar lo que es necesario, sino que lo has de amar”, manifestó Friedrich Nietzsche.
Cristina Martínez Gómez (psicóloga)