viernes, 12 de diciembre de 2014

SOLOS EN COMPAÑIA

Hablar con los demás a distancia, tecleando en una pantalla que nos cabe en el bolsillo, es algo cada vez más común. Y queriendo huir del aislamiento, acabamos estando solos a pesar de tener a otras personas a nuestro lado. Ponernos algunos límites nos permitirá volver a disfrutar de las conversaciones que nos nutren y ayudan a crecer.
Vivimos tres fantasías gratificantes fruto de nuestros dispositivos móviles: que podemos controlar nuestra atención y depositarla donde más nos interesa, que siempre habrá alguien escuchándonos y que nunca estaremos solos. Tres creencias profundamente dañinas: nada tiene de malo estar y sentirse solo en algún momento; no siempre tiene por qué haber alguien escuchándonos; y no podemos controlar constantemente hacia dónde dirigimos nuestra atención.
Deberemos encontrar el punto de equilibrio.
Rosa Rabbani (Dra. Psicología)