La meteorología externa se puede pronosticar pero no se puede cambiar. En tu mapa del tiempo interior sí puedes intervenir.
Hay días en que amanecemos con nubarrones, mientras que en otros un azul intenso tiñe nuestro cielo mental.
El tiempo exterior se puede pronosticar – con mayor o menor acierto pero no manipular. Y, a la inversa, el interior no se puede prever, pero sí podemos influir sobre él.
En el siglo XVI, el poeta chino Huan-chu Daoren escribía: “Un pensamiento de cólera es una tormenta de truenos o un violento aguacero. Un pensamiento amables es una brisa gentil o un dulce roció”.
Ciertamente, si observamos nuestra meteorología interior, veremos que puede cambiar según acontecimientos muy pequeños, pero también nuestra mirada sobre el mundo provoca tempestades o hacer salir el sol.
Así que la pregunta es: ¿Que tiempo quieres que haga hoy en tu corazón?
Francesc Miralles