Dale Carnegie hacía la siguiente reflexión: “Si la gente que se preocupa por sus problemas pensara en las riquezas que poseen, dejarían de preocuparse. ¿Venderías tus dos ojos por un millón de dorales… o tus dos piernas… o tus manos… o tus oídos?
Aprecia lo que tienes, y te darás cuenta de que no lo venderías por todo el oro del mundo. Las mejores cosas de la vida ya son tuyas, si puedes apreciarte a ti mismo”.
Cuando nos damos cuenta de que no nos falta nada, la vida se convierte en una celebración.
Centrarte en lo que tienes y no en lo que te falta es una de las claves para poder disfrutar del presente y sentirte completo.
Francesc Miralles