Vivimos en un mundo de estrés y ansiedad. Vivimos en una sociedad muy exigente que impone un ritmo frenético a nuestras vidas, limitando el tiempo que necesitamos para nosotros mismos y afectando a todo lo que hacemos y como nos sentimos. Nos encontramos a menudo impulsados hacia el mundo exterior, olvidando nuestro mundo interior, nuestras propias percepciones, sentimiento y aspiraciones.
Aloka Martí y Joan sala