La curiosidad y la
creatividad son grandes aliadas de la intuición, y viceversa, pues
se retroalimentan. Las personas creativas son más intuitivas y las
personas intuitivas son más creativas. No es la curiosidad lo que
mata a un gato, por ejemplo, ya que la curiosidad es un factor
evolutivo esencial de supervivencia. Así que lo que en realidad
acaba con nosotros es la falta de curiosidad. Hacerse preguntas
nuevas es un indicio de salud interior y una forma de conservar
activa la curiosidad.
Raúl de la Rosa
(prepara tu mente) Ed. Arzalia, 2019