En el mundo hay mas
de 7.000 millones de habitantes y es imposible caerle bien o
gustarles a todos. Cada persona es única y no tiene sentido
compararnos. Muchas personas, sacrificando sus propios intereses y
necesidades, para gustar y ser aceptados, acaban adaptándose a las
opiniones y deseos de los demás. Pero para ser felices, lo que
realmente necesitamos, es analizarnos y criticarnos menos. El gran
problema no son los demás, sino esa constante lluvia de autojuicios
a los que nos sometemos. Todas somos personas excepcionales y sin
embargo cada una se ha convertido en su propia peor enemiga.
Ramón Soler
(psicólogo)