Este planeta nuestro se ha vuelto
pequeño y previsible, pero a pesar de ello el viaje sigue siendo una
de las experiencias más fascinantes y aconsejables. Cambiar de
hábitos, de ritmo,de comidas, de referencias éticas, de clima, de
músicas, de trasfondo histórico o de idioma es tan saludable que se
parece a la felicidad. Y porque fugarse del propio entorno de vez en
cuando para renovarse y conocerse mejor es algo necesario y
vigorizante.
Jesús Aguado