El suficientismo sostiene que a partir del punto en que tenemos lo que necesitamos, cualquier nueva adquisición puede empeorar y complicar la vida en vez de mejorarla. Opuesta al consumismo, esta filosofía parece hundir sus raíces en diversas tradiciones espirituales, desde el budismo a algunas interpretaciones del cristianismo y en los sabios estoicos. En cierto modo se inspira en Buda, Jesús, Franciso de Asís o Gandhi, quien pronunció la famosa frase: "En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no para satisfacer la avaricia de algunos".
Muchos profesionales entregados a la febril tarea de amasar dinero suelen quejarse de que no tienen tiempo para disfrutarlo. Y lo más dramático es que para engrosar sus arcas emplean la única divisa que no puede reponerse: el tiempo.
Nadie nos devolverá las horas, días y años que dediquemos a aquello que no nos gusta para comprar cosas que, en el fondo no necesitamos.
Francesc Miralles