PARA NO HABLAR CON UNA PARED
*Aceptemos que las cosas no son como
creemos que son. Nuestras opiniones no son verdades absolutas sino,
simplemente, opiniones.
*Escuchémonos sin prejuicios,
intentando entender la posición del otro. La realidad será
la suma de nuestras visiones.
*Digámonos con la mirada y los
gestos que no rechazamos de entrada lo que el otro dice sino que
estamos dispuestos a escucharlo y considerarlo con la máxima
atención.
*Busquemos puntos de encuentro en los
argumentos de cada uno, en lugar de intentar imponerlos.
*Revisemos nuestras actitudes antes de
criticar o de intertar por todos los medios que sea el otro el que
cambie.