Nos pasamos por la vida sin mirar, y cuando miramos, lo hacemos siempre hacia el mismo sitio. Centramos nuestra atención en las mismas cosas. Siempre metidos en nuestra rutina cotidiana. Y mientras tanto nos perdemos todo lo demas... Hay veces que los árboles no te dejan ver el bosque, pero si lo encuentras, solo tienes que elegir cuál camino escoger, su nombre, DESTINO.
sábado, 2 de abril de 2011
¿BARRO EN LAS ALAS?
Una buena mujer había recorrido algunas leguas llevando en brazos a su hijo paralítico de nacimiento.
Iba con una enorme ilisión a la consulta de un médico que, según le habían dicho, curaba todo tipo de enfermedades.
Caminaba con fatiga... porque apenas podía ya con su hijo a cuestas.
Por el camino, se cruzó con alguna personas.
-¿Pesa mucho, señora? -le preguntaron.
-¡No!... ¡Que va!...¡Es mi hijo!-, respondió ella exhausta. ¿pesan los hijos? ¡claro que pesan| Como, a veces, la vida y el amor y la palabra dada y la honradez... como pesa el dasamor y el sentirse despreciado.
Pero, son pesos que no impiden volar si logramos no perder la luz y mantener las alas limpias. En cambio, si dejamos que las alas se llenen de barro quedamos aplastados como una rana bajo el espesor de lo real.