miércoles, 20 de junio de 2012

SOLO SOMOS AMIGOS

Lar relaciones afectivas entre dos personas están llenas de matices y, a veces, sus límites son difusos. El paso del amor a la amistad, y o viceversa, no implica solo contacto físico. La amistad lleva consigo desposesión, libertad, el cuidado desinteresado del otro... Valores sólidos y deseables que no conviene olvidar.
Solo somos amigos." Cuántas veces habremos escuchado esta frase como comentario aclaratorio, para desmentir una relación que suponíamos de pareja, o bien como resultado final de un proceso de separación de dos personas que sí lo habían sido. "Nada más que amigos", la simplicidad de la frase es engañosa porque parece expresar que la amistad no tiene un carácter tan vinculante como el de la pareja o que tiene una menos importancia sentimental. Amigo y amantes son distintos tipos de amor, pero amor al fin y al cabo. Sin embargo, algo los diferencia de manera radical.
El amor de la amistad es más generoso que el del amante, que solo puede ser generoso cuando supera los reclamos posesivos, no antes. Cuando el afecto por un amigo es sincero y profundo, se perdonan los fallos, aunque haga falta tiempo para recuparar y sentir la fuerza del vínculo que nos une. Por eso, no es correcto hablar de la amistad a la ligera.
La profundidad de la amistad se nota cuando nos sentimos igual de relajados con amistades que no vemos desde hace mucho tiempo y parece que las hubiéramos visto ayer, o cuando en momentos importantes para nosotros, felices o no, nos hacen sentir su presencia, su apoyo y su cariño. Por eso, nada más que amigos, sí, pero ¡nada más y nada menos!
Claudia Truzzoli