lunes, 4 de abril de 2022

CONSERVA LA CALMA

 

Un rey encargo un mural para su dormitorio que representase la paz perfecta. Cuando lo vio terminado se quedó de una pieza. Esperaba algo con un atardecer anaranjado sobre un campo de trigo mecido por la brisa, pero lo que tenía delante era una escena casi negra de un acantilado azotado por una tempestad. Las olas golpeaban la piedra cortante, la lluvia caía en todas las direcciones arrastrada por el viento huracanado.


 Cuando el rey le reprochó al pintor su obra, este señaló un detalle casi imperceptible. De una grieta en la piedra emergía una ramita de arbusto, en la cual había un nido sobre el que reposaba un pajarillo recién salido del huevo. “La paz perfecta no se encuentra en un ocaso idilico -le dijo el pintor-, sino en un corazón en calma en mitad de la tempestad”