martes, 26 de febrero de 2013

LA CASA DE LAS EMOCIONES

Cuando nacemos, en nuestro interior ya existe el embrión de lo que  será nuestra casa emocional. Al principio solo es una estancia en la que residen emociones básicas imprescindibles para la supervivencia; la ira, que nos proporciona energía para salva obstáculos y lograr objetivos; la tristeza, que nos permite hacer una pausa para digerir una pérdida; la alegría, que nos mueve a repetir aquella situación que nos ha causado un estado tan agradable; el asco, que nos aparta de situaciones, personas y cosas insanas para nosotros... A partir de ahí vamos ampliando nuestra casa emocional y la vamos habitando. ¿Como es en este momento? ¿Es una casa abierta, bien ventilada, acogedora, con espacios libres de barreras, un buen clima emocional, donde las emociones entran y salen de forma fluida? ¿ O más bien es una casa cerrada a cal y canto, con muros defensivos, con pinchos que hacen dificil su acceso, con algunas habitaciones cerradas que retienen emociones prohibidas? En función de cómo sea vamos a gozar de un buen nivel de salud emocional o bien vamos a sentirnos en desequilibrio e infelices.
Escuchar el corazón sopone adentrarse en "la casa de las emociones". Incluso las emociones más desagradables ofrecen informaciones valiosas que si son escuchadas e integradas pueden ayudar a vivir mejor.
Jaume Soler y Mercé Conaglia.